En el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños -23 de septiembre-, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, hizo un llamado a las autoridades federales y locales a fortalecer sus capacidades y competencias para detectar y atender a las personas de la comunidad LGBTTTIQ víctimas de delitos en materia de trata de personas.
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional sobre la Situación de la Trata de Personas en México 2019, elaborado por la CNDH a partir de información obtenida de las Procuradurías y Fiscalías Generales de Justicia a nivel local y federal, entre junio de 2012 y julio de 2017, el 85% de las posibles víctimas identificadas fueron mujeres, mientras que los niños y los hombres representaron el 15%. La trata de personas con fines de explotación sexual es la que más afecta a niños, niñas y adolescentes. De las mil 375 posibles víctimas identificadas el 54% corresponde a delitos en materia de trata de personas en el ámbito sexual que están tipificados en la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.
Por ello, la CNDH alertó sobre la falta de detección e identificación por las autoridades en materia de trata de personas y las diversas formas de explotación, a pesar de que México cuenta con instrumentos internacionales ratificados en la materia y leyes que obligan a los tres órdenes de gobierno a formular una política pública integral que tenga como eje central la restitución de derechos de las personas que han sido víctimas de esos crímenes, lo que confirma que no basta con tener la mejor legislación, sino que es necesario materializar su contenido y que las personas lo perciban en su vida cotidiana.
Señala que a nivel global, los países detectan y reportan más víctimas, y también sentencian a más tratantes, sin embargo el número de personas que terminan en procesos de esclavitud y explotación no disminuye y va en aumento, en tanto que las modalidades y formas de enganche y sometimiento se hacen más complejas y, sobre todo, más violentas.
Esto señala que las estrategias represivas de los Estados no han sido la solución principal, y es imperante promover la urgente necesidad de abordar la trata de personas en su dimensión de violación a derechos humanos, lo cual implica identificar las formas en que éstos se vulneran a lo largo del ciclo de la trata de personas y las diversas modalidades de explotación, así como las obligaciones del Estado en virtud del derecho internacional.
Sobre la solicitud que hizo a las Procuradurías y Fiscalías Generales de Justicia federal y estatales sobre la pertenencia de las víctimas detectadas a algún grupo en condiciones de vulnerabilidad, se observó que del 72% de total no se tuvo registro y en el caso del 27% se indicó que no pertenecían a ninguno de esos grupos.
Únicamente se tuvo información de la sistematización de información de seis personas de la comunidad LGBTTTIQ posibles víctimas, 29 pertenecientes a una comunidad indígena, de cuatro personas con discapacidad y tres personas migrantes en tránsito.