Una noche tranquila se convirtió en una montaña rusa de emociones, el público que se concentró tanto en el Monumento a la Revolución como en la Plaza Río de Janeiro en la colonia Roma, celebró y sufrió en grande con los triunfos que se lograron y otras nominaciones que se vieron frustradas con un premio por el trabajo de Roma del cineasta Alfonso Cuarón en Los Angeles, California.
De inmediato a las 19:10 horas México ya empezaba a sentir la frustración con la nominación de Marina de Tavira, quien perdió en la categoría de Mejor Actriz de Reparto, suspiros y el clásico “no puede ser”, se escucharon de algunas de las personas concentradas en estos lugares públicos, pues se esperaba que la cinta que retrata la Ciudad de México en la década de los setenta, se llevara los 10 premios a los que aspiraba.
En esta 91 entrega de los Oscar, Alfonso Cuarón logró ver la luz cuando su nombre estaba en el sobre por Mejor Película de Lengua Extranjera y repitió la experiencia con Mejor Fotografía, además de Mejor Director, los aplausos en la zona de la colonia donde se filmó la película no se hicieron esperar, el público que estaba sentado sobre el piso viendo la transmisión a través de pantallas gigantes, se puso de pie y aplaudió el premio para el realizador chilango.
Mientras, la emoción en el Monumento a la Revolución se vivía con porras y el clásico Viva México, Cuarones, ya que los ahí presentes fueron convocados en redes sociales por petición del director de cine.
La decepción se mantuvo cuando se citó al Oscar a Mejor Actriz y Yaritza Aparicio debió de quedarse en su lugar, pues la actriz Olivia Coldman alzó el Oscar.
Ahí, en el centro de la ciudad, horas antes se había llevado a cabo el #RomaFest que inició a las 15:00 horas con la participación de varios grupos musicales en el monumento a la Revolución.
La noche estalló en júbilo cuando Alfonso Cuarón tomó el escenario para recibir su premio como Mejor Director y sus hijos lo celebraron desde sus asientos.
A pesar de llevar un buen tiempo en el lugar, el público no tomó camino a su casa hasta que se dio a conocer la última categoría que fue la de Mejor Película y en donde Alfonso Cuarón se quedó con ganas de sumar esta estatuilla a las ya previamente ganadas durante la noche.
Aunque se esperaba una marcha hacia el Ángel de la Independencia donde ambos grupos se reunirían, sólo fueron pocas personas que se dieron cita en el lugar, pero nada comparado con las cerca de mil quinientas que estuvieron tanto en el Monumento a la Revolución como en la Plaza Río de Janeiro en la colonia Roma.