Aunque este martes 1 de enero entró en vigor el aumento del 16% al salario mínimo general nacional en el país, pasando de 88.36 pesos a 102.69 pesos diarios, 14. 33 pesos más. Uno de los picos más altos desde los años 70, cuando el aumento en los últimos 10 años fue de entre 4 a 8 pesos.
De acuerdo con el gobierno entrante, con ello se inaugura una nueva política de transición de un salario mínimo a un “salario digno”, recuperando de manera paulatina su poder adquisitivo.
En su momento, la secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, dijo que “a partir de 1976, el salario mínimo ha seguido una pauta descendente hasta perder más del 70 por ciento de su poder adquisitivo al día de hoy.
Si a inicios de los ochentas, con un salario mínimo se podía comprar 51 kilos de tortilla, para inicios de la década actual solo podían comprarse 5 kilos. Los trabajadores que en la actualidad reciben un salario mínimo tendrían que laborar 3 jornadas más que un trabajador de la década 70 para mantener el mismo nivel de vida”.
Sin embargo, investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, refutan lo dicho por la Secretaría del Trabajo porque los 14 pesos de aumento al salario mínimo general “no alcanza ni para un pasaje de ida y vuelta en transporte público al Estado de México."
"Son migajas"
Los incrementos al salario mínimo general diario, tanto los de los gobiernos priistas, como panistas, como los de Morena, no pueden ser salario digno como se ufanan, porque en realidad son migajas. El despojo acumulado por la diferencia de participación de los salarios en el PIB de 1982 a 2015 es de una magnitud de 15.6 millones de millones de pesos”.
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Con el incremento de “16% al salario mínimo general diario y la inflación promedio de 4.9 % de 2018, las clases trabajadoras tendrían que esperar hasta el año 2040 para recuperar el poder adquisitivo del salario de los años ochenta. Y esto sería solamente en alimentos, es decir, faltaría incluir vivienda, transporte, educación, salud, vestido y calzado, cultura y esparcimiento como dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Al final del sexenio de Peña Nieto –“si por una jornada laboral de 8 horas te pagaran un salario mínimo- entonces solamente para comprar la Canasta Alimenticia Recomendable, tendrías que trabajar 23 horas con 58 minutos, es decir, únicamente para que tú y tu familia puedan comprar alimentos ya que la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) cuesta 264.84 pesos diarios, muy lejos de los 102.68 pesos. Esto quiere decir que tampoco el nuevo salario mínimo alcanza ni para comer”, explica el CAM.
Ahora, para poder alcanzar “el mismo poder adquisitivo de los años 70, en los que el salario cubría más que solamente la canasta de alimentos, tendrías que trabajar aproximadamente 67 horas al día, es decir, trabajar 7 veces más de lo que se hacía entonces.
La Secretaría del Trabajo, en lugar de anunciarlo ante los empresarios y las centrales sindicales charras, llegara a tu barrio o tu colonia y te dijera que es un salario mínimo general diario digno porque en lugar de tener que trabajar 23 horas con 58 minutos diarios para comer, ahora sólo tienes que trabajar 21 horas diarias, y que te quedan esas 3 horas al día para dormir, transportarte, convivir con tu familia, atender tu salud, etcétera ¿cuál sería tu reacción y la de tu vecina o vecino con ese trato después de llegar totalmente agotado del trabajo?. Es absurdo que eso lo anuncian con bombo y platillo cuando sigue siendo un insulto para las clases trabajadoras”.
Por último, los investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM aseguran que el aumento al salario se hizo “sobre la base de la transferencia de 43 mil 300 millones de pesos, que el gobierno actual pagará en forma de salarios en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, cuyo producto de su trabajo será recibido gratuitamente por los empresarios, sin ningún compromiso.
La población ocupada que recibe hasta un salario mínimo, inclusive, es de 8.5 millones. Si en un año normal hay aproximadamente 270 jornadas laborales y en cada una de ellas se aumenta 14 pesos, esa cantidad suma 32 mil 130 millones de pesos, pero el gobierno les transferirá a los empresarios, en forma de trabajo gratuito de los jóvenes un total de 43 mil 300 millones de pesos, es decir 11 mil 170 millones de pesos más de lo que pagarían por todo el aumento de salario junto. Al final, esta mejora no es para el pueblo, es para los empresarios”.