La bancada de Morena en la Cámara de Diputados propone prohibir los anuncios publicitarios de alimentos conocidos como “chatarra”, en todos los espacios físicos o digitales, a fin de prevenir enfermedades crónico degenerativas como obesidad y diabetes.
La iniciativa para prohibir la publicidad de estos productos, fue presentada este miércoles en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara baja, por el diputado Edelmiro Santiago Santos Díaz, del grupo parlamentario de Morena y, busca reformar las leyes de Telecomunicaciones y Radiodifusión y, General de Salud, a fin de impedir toda publicidad que promocione la venta y consumo de alimentos chatarra.
El documento perfila reformar el Artículo 246 Bis de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, para que en los servicios de televisión y audio restringidas, incluyendo internet, aplicaciones, redes sociales, páginas web, y plataformas digitales, quede prohibida toda publicidad que promocione la venta consumo y distribución de alimentos ultra procesados, con baja contenido nutricional, alto contenido de grasas, azúcares, así como bebidas, edulcorantes, con alto contenido calórico o de azúcares, cuya ingesta pueda provocar daños en la salud de las personas.
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Asimismo, plantea reformar el Artículo 301 de la Ley General de Salud, para prohibir, toda publicación por medios impresos, espectaculares, eventos deportivos, estadios, bares, discotecas y radiodifusión.
El diputado Edelmiro Santiago Santos Díaz expresa en su exposición de motivos que: “La obesidad, el sobre peso y las enfermedades crónico degenerativas, son algunos de los problemas más graves en cuanto a salud pública se refiere, lo que ha quedado evidenciado con la declaración de emergencia sanitaria por SARS COV 2 (Covid-19), pues las personas mayormente afectadas han sido aquellas que padecen enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, hígado graso, entre otros padecimientos que corren alrededor del sobrepeso y la obesidad”.
El legislador considera que este problema es mundial y en la actualidad afecta progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano.
Por ello, concluye que “la manera en que entendemos y respondemos a la mala nutrición debe cambiar, ya que no se trata solo de que los niños y niñas coman lo suficiente, sino de conseguir que ingieran los alimentos adecuados. Este es el desafío al cual nos enfrentamos hoy en día”.