Una caravana integrada por al menos 3 mil 500 migrantes que partió de Honduras atravesó Guatemala rumbo a Estados Unidos, en medio de crecientes controles policiales y la atenta mirada de México.
A diferencia de las caravanas masivas de 2018, la marcha se ha topado con policías locales acompañados de agentes estadounidenses de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según Alejandra Mena, portavoz del Instituto Nacional de Migración de Guatemala, el jueves unas mil personas atravesaron sin registrarse la frontera entre Guatemala y Honduras, en Agua Caliente, y fueron enviadas por agentes locales y estadounidenses de regreso al puesto fronterizo en patrullas policiales y buses.
"Los policías ayudaron a las personas a regresar para hacer su trámite", dijo a Reuters Alejandra Mena, que estimó en 3 mil 543 el número de personas que hasta el momento ha cruzado las fronteras como parte de la caravana.
La funcionaria explicó que en el primer filtro, la oficina de Migración de Honduras, solamente se impidió el paso de 40 migrantes que no portaban su documento de identidad.
La Casa del Migrante de Ciudad de Guatemala acogió la noche del jueves a al menos 600 hondureños que durmieron en colchonetas y resguardados en varias carpas. "Ahora tenemos más experiencia y ya sabemos cómo tratarlos", dijo el director de ese centro, el sacerdote Mauro Verzeletti.
El albergue, que no se dio abasto con la primera caravana de 2018, ha podido dar un mejor trato y llevar un registro más ordenado que en las ocasiones anteriores, agregó.
Se espera que el viernes lleguen a la capital guatemalteca unos mil migrantes que salieron a primera hora de la mañana desde el albergue de Chiquimula, el más cercano al puesto de Agua Caliente.
La caravana partió originalmente el martes de San Pedro Sula, una ciudad hondureña con una de las tasas de homicidios más altas. El objetivo del grupo es llegar este fin de semana a Tecún Umán, el punto limítrofe con México que ya atravesaron las caravanas del 2018 y 2019 que iban a Estados Unidos.
México, atento de llegada de migrantes
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno está pendiente de la llegada de la caravana a la frontera sur de su país, donde aseguró que hay empleos, albergues y atención médica para los migrantes.
El director del Instituto Nacional de Migración mexicano, Francisco Garduño, se desplazó hasta la frontera sur para atender "de manera directa este asunto", según indicó el mandatario en su conferencia matutina.
El nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró que el gobierno mexicano le había indicado que evitaría el paso de los migrantes y que la caravana se toparía con un "muro" simbólico al intentar cruzar la frontera sur. México se ha negado hasta el momento a confirmar la declaración de Giammattei.