La organización República Laica denunció que el Estado mexicano pretende que las asociaciones religiosas participen en actividades que les corresponden a las autoridades, por lo que esta acción “podría sentar un precedente negativo por mezclar asuntos inminentemente cívicos con elementos religiosos” con la distribución de la Cartilla Moral.
Indicaron que estas medidas violentarían el principio de separación entre Estado e iglesias como lo establece el artículo 130 Constitucional.
“Preocupa enormemente que sean las asociaciones religiosas las encargadas de la distribución de la Cartilla Moral y se arriesgue la coexistencia pacífica que brinda un Estado imparcial respetuoso de la laicidad y derechos de todas y todos”.
La activista Ana Francis Mor detalló que si las asociaciones religiosas con interlocutores de los asuntos que conciernen a todas las personas, “se brinda un lugar de privilegio a las creencias religiosas en el espacio público y se discrimina a quienes no profesan ninguna religión”.
Ana Francis Mor cuestionó sobre qué asociaciones u organizaciones están llevado o llevarán a cabo la distribución de la Cartilla Moral y en coordinación con qué instituciones públicas.“Qué acuerdo se adoptó para la entrega de la cartilla moral con la Confraternice”.
Además, la activista acotó que se debe dejar claro cuáles son los lineamientos de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público se están utilizando o se utilizarán para evitar que, en caso de que efectivamente participen asociaciones religiosas en dichas actividades, se vulneren los principios de laicidad del Estado y su separación con las iglesias.