De acuerdo con el último informe mensual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y agosto de este año se contabilizaron 24 mil 115 víctimas de homicidio doloso y feminicidio, lo que representa un incremento de 1.4 por ciento con respecto a las 23 mil 760 víctimas asesinadas en el mismo periodo de 2019.
Al respecto, Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo, indicó que ocho de cada 10 homicidios dolosos son ejecuciones cometidas por integrantes de bandas del narcotráfico.
“Los delitos de plata y plomo del narcotráfico se mantienen muy en alto. La actual administración ha sido incapaz de reducir los delitos que más le competen, los de violencia extrema, los del mercado de las drogas, por lo que queda claro que la estrategia de la militarización no es el camino adecuado y ya es tiempo de reconocerlo, pues no reduce violencia y sí incrementa el riesgo de violaciones a los derechos humanos, como ya lo vimos en Chihuahua”, consideró el especialista en temas de seguridad pública.
El pasado 3 de septiembre, El Sol de México publicó que 2020 cerraría como el más violento de la historia, al sumar más de 40 mil homicidios dolosos cuando acabe diciembre, según estimaciones del anexo estadístico del Segundo Informe de Gobierno del presidente López Obrador.
Roel también coincide en que “el año va a terminar como uno de los peores años, con más de 36 mil víctimas, más de tres mil por mes, por errores de la presente administración”.
HOMICIDIOS AL ALZA
Pese a que en agosto pasado se llevó a cabo la detención de José Antonio Yépez Ortiz, alias el Marro, líder del Cártel Santa Rosa de Lima, Guanajuato se mantuvo como la entidad con mayor número de homicidios dolosos, con 337 víctimas sólo en ese mes, indica el reporte. Le siguieron Chihuahua (282), Baja California (277) y el Estado de México (2019). En contraste, Yucatán apenas registró tres homicidios en agosto.
De acuerdo con Roel, salvo el estado del sureste, el resto de las entidades del país supera por mucho la tasa mundial de seis homicidios por cada 100 mil habitantes, siendo los casos más dramáticos Colima, Baja California, Chihuahua, Guanajuato y Sonora, con incidencias por encima de los 50 homicidios por cada 100 mil personas.
Sostiene que la violencia continúa porque es una guerra por un mercado y el gobierno federal no quiere entenderlo o resolverlo. “En lugar de apostarle a la militarización, la actual administración debió cumplir lo que prometió en campaña: la regulación de las drogas para quitarle el negocio a las mafias”.