La Secretaría de Salud prepara a su personal para la eventual Fase 3 del coronavirus difundiendo la experiencia china para la contención de la enfermedad.
“Esta es una guerra mundial sin precedentes, y la humanidad se enfrenta al mismo enemigo, el nuevo coronavirus y el primer campo de batalla es el hospital, donde nuestros soldados son el personal médico. Para garantizar que esta guerra se puede ganar, primero tenemos que asegurarnos de que nuestro personal médico disponga de los recursos suficientes, incluyendo experiencia y tecnología”, plantea Tingbo Liang, presidente del Hospital Afiliado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang, en China y uno de los centros de atención a pacientes con coronavirus, en el Manual de Prevención y Tratamiento de Covid-19 que la Secretaría de Salud ha repartido entre su personal médico, y del que El Sol de México tiene una copia.
El documento se ha acercado a los médicos mexicanos como una experiencia que se debe conocer dentro del programa de capacitación para enfrentar la epidemia. Al emitir una serie de recomendaciones para la identificación y patologizacón, tratamiento, internamiento y seguimiento de los pacientes, el médico en jefe del manual, Liang afirma que “esta guerra acaba de empezar”.
El grupo de médicos que colaboraron en la elaboración del documento, participaron en los primeros 50 días del año, cuando el virus llegó a China, en la estrategia de atención a diversos pacientes en condiciones extremas, 104 pacientes confirmados, incluyendo 78 pacientes graves y críticamente enfermos.
Como consecuencia de esa práctica del personal médico y por la aplicación de nuevas tecnologías, “hemos presenciado un milagro. Ningún miembro del personal se contagió y no hubo ningún diagnóstico errado ni muertes de pacientes”.
Explica que el aislamiento, el diagnóstico, el tratamiento, las medidas de protección y la rehabilitación se han hecho desde cero. La idea de compartir recursos, experiencias y aprendizajes, “es nuestra única posibilidad para ganar. La solución real para esta pandemia no es el aislamiento, sino la cooperación de todos”.
El grupo de médicos chinos señala que recoger y sistematizar cómo se realizó el tratamiento en aquel país aporta información valiosa para que otros “no tengan que entrar al campo de batalla solos”.
En opinión de los expertos chinos la aplicación de las pruebas de ácido nucleico (NAT, por sus siglas en inglés) se llevarán a cabo en aquellos pacientes que cumplan con los criterios de sintomatología previa y los hace pacientes sospechoso de tener el virus. Pero también hacen un llamado a “instruir a los pacientes y a sus familias acerca de la detección temprana de los síntomas y las medidas preventivas esenciales”.
En los casos graves, el paciente puede tener “un raro derrame pleural, así como que al momento del recuento de glóbulos blancos en la etapa inicial de la enfermedad empiece a disminuir, o el recuento de linfocitos disminuya con el tiempo.
En el caso de quienes son ingresados a hospital “las visitas familiares y los cuidados de enfermería se denegarán. Los pacientes deberían poder contar con sus dispositivos electrónicos de comunicación para facilitar la interacción con sus familias”.
En el caso de quienes son ingresados a hospital “las visitas familiares y los cuidados de enfermería se denegarán. Los pacientes deberían poder contar con sus dispositivos electrónicos de comunicación para facilitar la interacción con sus seres queridos”.
Por su parte los médicos que trabajan en la primera línea en las áreas de aislamiento, incluyendo el personal sanitario, los técnicos sanitarios y el personal de propiedad y logística, deben vivir en un alojamiento de aislamiento sin salidas.