La aplicación adelantada de la reforma educativa en las escuelas comunitarias del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) significó hasta ahora despedir a miles de jóvenes que se desempeñaban como maestros en las zonas más apartadas y de mayor marginación del país, mejor conocidos como “figuras educativas”, anunció el director Gabriel Cámara y Cervera.
Ante la “reestructuración” que comenzó en el estado de Chiapas, los jóvenes becarios que fungen como docentes se han manifestado en contra de lo que denominan “injusticia laboral” frente a la decisión de despedirlos.
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A través de un mensaje por YouTube, el director del Conafe, Gabriel Cámara y Cervera, aseguró que “un problema que ha tenido el Conafe durante muchos años es depender excesivamente del apoyo temporal de instructores, de educadores externos, jóvenes que dedican un tiempo a servir para luego volver a su lugar de origen y seguir estudiando. Queremos ahora que las comunidades tengan un margen de autosuficiencia, que las comunidades sean capaces de mantener siempre a alguien que pueda atender las necesidades educativas básicas de sus integrantes”.
Agregó que se pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “un presupuesto especial para que el trabajo en la comunidad sea intenso, que no sea tan eventual, que no sea tan escaso como en la práctica por la cantidad de centros y comunidades que hay que atender”.
Maribel Trinidad, asistente a la reunión virtual, cuestionó al funcionario: “¿Cuál fue su afán de dejar sin trabajo a cientos de figuras educativas?, aunque sea un servicio social muchas personas dependían de este pequeño ingreso y algunos lo hacían con entusiasmo, compromiso y responsabilidad”.
Aurelia Laurean, también asistente a esa transmisión, consideró que hay “figuras educativas que no son tan jóvenes. Son personas responsables y comprometidas por muchos años de formación y capacitación, perfiladas y con grandes experiencias, han operado la educación inicial en esas comunidades marginadas y muy marginadas en donde existe la desigualdad educativa. Usted ahora con su estrategia educativa está vulnerando el derecho que tienen de tener un trabajo para solventar su vida familiar y personal”.
“Es doloroso escuchar o ver que muchas de ellas, porque son mujeres, no salen a comer nada a medio día porque no tienen dinero para comprar un taco ni una botella de agua... Le deben al del camión para poder llegar o salen a las 4 de la mañana para caminar tres horas hasta llegar a las sedes de formación”.
Durante su intervención el titular de Conafe anunció que “en Chiapas nos estamos adelantando a vivir el Nuevo Marco Curricular, como tuve oportunidad de decirlo en la reunión de Autoridades Educativas en Puebla (hace poco más de un mes), la relación tutora que practicamos en el Conafe es el camino por el que llegamos más pronto a vivir lo que el nuevo marco nos impone. El Conafe…, podemos decir, va a la delantera”.
Según los lineamientos de la institución, los líderes para la educación comunitaria son jóvenes de entre 16 y 29 años de edad, por lo general originarios de zonas rurales y con escolaridad mínima de secundaria. Ellos prestan su servicio social como figuras educativas durante uno o dos años, y durante ese tiempo se instalan en la comunidad. A cambio reciben una beca para continuar con sus estudios y un apoyo económico mensual durante la prestación del servicio.
Las comunidades son responsables de construir la instalación escolar, así como el hospedaje, alimentación y cuidado del líder comunitario. Por su parte, el Conafe es responsable de proporcionar el apoyo material y operativo necesario para el funcionamiento de los servicios, lo cual incluye la formación de las figuras educativas y la dotación de materiales para el aula y útiles escolares.
Durante un recorrido por Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Organización Editorial Mexicana pudo comprobar las manifestaciones de los jóvenes frente a las instalaciones del Conafe que se encuentran en el lado oriente de la ciudad, sin que tengan respuesta de las autoridades.
Lola Bustamante, una de las afectadas, afirma que es una injusticia para quienes han trabajado bastante tiempo y que hoy les quiten el sustento. Incluso, comentó que existen muchos jóvenes en etapa de concluir la universidad.
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Sobre la situación que se vive en ese estado y en el distrito Tuxtla, el enojo es contra el coordinador estatal Humberto Citalán Trejo, a quien los quejosos señalan que abusa del poder y se ha encargado de que existan más despidos en esta nueva reestructuración. Los jóvenes incluso han pedido el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador para que valore su situación.
En el caso de las regiones Soconusco, Costa y Sierra Mariscal de Chiapas, jóvenes que formaban parte del Conafe tendrán que buscar otra forma de emplearse para continuar con su formación universitaria, la mayoría de ellos talentosos, pero de escasos recursos económicos.
Magaly es una joven que ha dejado trunca su formación universitaria. Cuenta que se dio de baja temporal de la Universidad Autónoma de Chiapas, donde estudiaba Pedagogía, ingresó a Conafe para trabajar temporalmente y ahorrar parte de sus “pagos” para continuar la escuela y culminarla. Sin embargo, asegura que el programa actual de Conafe la va afectar pues ya no tendrá el ingreso económico que antes recibía para pagarse sus estudios universitarios.
Alondra Gómez, originaria de la sierra Mariscal, explicó que ella trabaja en Conafe para poder solventar sus gastos universitarios y ahora tendrá que buscar otro empleo.
“Ojalá que estos cambios sean para bien y que en la renovación curricular nos den la oportunidad a quienes estudiamos alguna carrerea afín como Pedagogía o en la escuela normal”, pidió.
Con información de César Solís / El Heraldo de Chiapas y Daniel Maza / Diario del Sur