En las afueras del poblado de Nacajuca, Tabasco, un grupo de organizaciones y constructoras crean con unas impresoras 3-D de gran tamaño alrededor de 500 casas nuevas para la población que vive en extrema pobreza, mismas que pueden resistir un temblor de magnitud 7.4 grados y tolerar condiciones climatológicas extremas.
De acuerdo con el diario The New York Times, para la elaboración de estas casas se utiliza una impresora llamada Vulcan II, de más de tres metros de altura, que puede crear casi cualquier objeto, capa por capa, a partir de un archivo digital. En el caso de la construcción utiliza lavacrete, una mezcla de concreto patentada por la compañía Icon que utiliza hormigón, espuma y polímeros para producir edificios a gran escala en menos de 24 horas.
El proyecto es liderado por New Story, una organización sin fines de lucro radicada en San Francisco, Estados Unidos, misma que está enfocada en brindar soluciones de vivienda a comunidades de extrema pobreza. También participan Échale, una compañía productora de vivienda social en México que lleva 24 años en el mercado, e Icon, compañía de tecnología de la construcción en Austin, Texas.
“La organización se inició en 2015, poco después de que Brett Hagler (director ejecutivo de New Story) hiciera un viaje a Haití y viera familias que aún vivían en tiendas de campaña años después del terremoto de 2010”, señaló la organización al diario estadounidense.
En el caso de México, para completar la “aldea” en un tiempo récord, la organización se asoció con funcionarios locales de Tabasco para llevar servicios de drenaje, electricidad y agua a la comunidad; mientras que Échale seleccionó los perfiles de los residentes para las nuevas casas según las necesidades y decidió firmar los títulos de cada vivienda no a toda una familia sino a la mujer de la casa, indica el diario estadounidense.
Hasta el momento, Icon ha entregado más de dos docenas de hogares impresos en 3D en los Estados Unidos y México. Sin embargo, sus próximos proyectos abarcan desde viviendas sociales hasta viviendas de socorro en casos de desastre y bienes raíces a precio de mercado en diversos países del mundo.
Además, está trabajando en un proyecto con la NASA para desarrollar sistemas de construcción basados en el espacio que espera sirvan eventualmente como hábitats tanto en la Luna como en Marte.