/ viernes 16 de agosto de 2019

Crecen en EU grupos que odian a mexicanos

El tiroteo en El Paso, Texas, fue un ataque terrorista, insistió el canciller Marcelo Ebrard

A partir del efecto “Trump”, al menos 128 nuevos grupos de odio han nacido en Estados Unidos, utilizando Internet para crear redes de terrorismo contra hispanos, incluidos los mexicanos, y minorías en ese país.

La evidencia más clara de ello, para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el reciente ataque del supremacista blanco, Patrick Crusius, contra una multitud que se encontraba en el Wal-Mart de El Paso, Texas, y que cobró la vida de 22 personas, entre ellas ocho mexicanos.

El canciller, Marcelo Ebrard, no sólo ha insistido en que se trató de un ataque terrorista, sino que además está convencido de que existe ya una red de terroristas estadounidenses contra mexicanos, relacionada al manifiesto que apareció en internet veinte minutos antes de que Crusius, de apenas 21 años, iniciara un tiroteo contra más de tres mil personas que se encontraban en el centro comercial.

El texto habla de una “invasión hispana de Texas” y detalla un plan para dividir a Estados Unidos en territorios por raza. Advierte, además, que personas extranjeras están tomando el lugar de la gente blanca. La relación del asesino con el manifiesto vino días después del ataque, cuando Crusius confesó que su objetivo era matar al mayor número de mexicanos posible.

“El señor que cometió este acto deleznable, abominable y condenable, es parte de una red, además subió un manifiesto a un servidor a donde hay una red de personas. Si estuviéramos hace más de veinte años diríamos que es una sola persona, pero a esta fecha, donde las redes sociales son equiparables a redes presenciales, es evidente que el acto fue inspirado en el ataque en otro país”, afirmó el canciller Ebrard, en referencia al asesinato en masa de musulmanes en dos mezquitas de Nueva Zelanda, en el que perdieron la vida 51 personas.

Las autoridades mexicanas temen que Crusius pueda convertirse en ejemplo para otros supremacistas blancos, que intenten matar a más connacionales, motivados por el discurso racista del presidente Donald Trump.

Ya en los últimos meses, desde Pittsburgh hasta una sinagoga en Poway, California, hombres blancos resentidos han encarado asesinatos en masa para manifestar su odio a migrantes, judíos y otras personas a las que ven como una amenaza para la raza blanca.

Para Javier Urbano, profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana, el ataque en Texas acentúa potencialmente la propagación mundial de la ideología supremacista blanca en la era de las redes sociales, en un momento en el que la migración en Estados Unidos y en todo el mundo se ha vuelto un asunto político divisorio.

No es coincidencia para el experto en temas de migración y seguridad, que el manifiesto, presuntamente escrito por Crusius haya sido difundido en el mismo foro en línea, 8chan, en el que el atacante a una sinagoga en Poway, California, cerca de San Diego, en abril, publicó una diatriba antisemita, lo que, según Urbano, hace pensar que el canciller Ebrard tiene razón y existen redes de supremacistas que pueden dañar a la comunidad mexicana en Estados Unidos.

A partir del efecto “Trump”, al menos 128 nuevos grupos de odio han nacido en Estados Unidos, utilizando Internet para crear redes de terrorismo contra hispanos, incluidos los mexicanos, y minorías en ese país.

La evidencia más clara de ello, para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el reciente ataque del supremacista blanco, Patrick Crusius, contra una multitud que se encontraba en el Wal-Mart de El Paso, Texas, y que cobró la vida de 22 personas, entre ellas ocho mexicanos.

El canciller, Marcelo Ebrard, no sólo ha insistido en que se trató de un ataque terrorista, sino que además está convencido de que existe ya una red de terroristas estadounidenses contra mexicanos, relacionada al manifiesto que apareció en internet veinte minutos antes de que Crusius, de apenas 21 años, iniciara un tiroteo contra más de tres mil personas que se encontraban en el centro comercial.

El texto habla de una “invasión hispana de Texas” y detalla un plan para dividir a Estados Unidos en territorios por raza. Advierte, además, que personas extranjeras están tomando el lugar de la gente blanca. La relación del asesino con el manifiesto vino días después del ataque, cuando Crusius confesó que su objetivo era matar al mayor número de mexicanos posible.

“El señor que cometió este acto deleznable, abominable y condenable, es parte de una red, además subió un manifiesto a un servidor a donde hay una red de personas. Si estuviéramos hace más de veinte años diríamos que es una sola persona, pero a esta fecha, donde las redes sociales son equiparables a redes presenciales, es evidente que el acto fue inspirado en el ataque en otro país”, afirmó el canciller Ebrard, en referencia al asesinato en masa de musulmanes en dos mezquitas de Nueva Zelanda, en el que perdieron la vida 51 personas.

Las autoridades mexicanas temen que Crusius pueda convertirse en ejemplo para otros supremacistas blancos, que intenten matar a más connacionales, motivados por el discurso racista del presidente Donald Trump.

Ya en los últimos meses, desde Pittsburgh hasta una sinagoga en Poway, California, hombres blancos resentidos han encarado asesinatos en masa para manifestar su odio a migrantes, judíos y otras personas a las que ven como una amenaza para la raza blanca.

Para Javier Urbano, profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana, el ataque en Texas acentúa potencialmente la propagación mundial de la ideología supremacista blanca en la era de las redes sociales, en un momento en el que la migración en Estados Unidos y en todo el mundo se ha vuelto un asunto político divisorio.

No es coincidencia para el experto en temas de migración y seguridad, que el manifiesto, presuntamente escrito por Crusius haya sido difundido en el mismo foro en línea, 8chan, en el que el atacante a una sinagoga en Poway, California, cerca de San Diego, en abril, publicó una diatriba antisemita, lo que, según Urbano, hace pensar que el canciller Ebrard tiene razón y existen redes de supremacistas que pueden dañar a la comunidad mexicana en Estados Unidos.

Finanzas

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