Galeana, Chihuahua.- "Sigue siendo mi alma tu mejor, tu amigo celestial, por caminos espinosos conduce a un final alegre"... "Padre Nuestro que estás en el cielo santificado sea tú nombre"…. "Un soldado en cada hijo y retiemble sus centros la tierra" fueron algunas de las frases que tanto en inglés como en español pronunciaron los patriarcas de la familia LeBarón durante el sepelio de Rhonita LeBarón y sus hijos tras un artero ataque.
Adrián LeBarón y Kenny Miller, padre y suegro de Rohnita, pronunciaron un breve discurso pero emotivo, en nombre de la comunidad, al dar el último adiós a Rhonita María Miller, de 30 años, con sus gemelos Titus y Tiana, de 8 meses, así como Howard Jacob, de 12 años, y Krystal, de 10 años.
Desde las 12 horas de ayer se empezaron a dar cita familiares y amistades de la comunidad LeBarón, así como prensa nacional e internacional que daban seguimiento a los funerales; para las 14:30 horas el cortejo fúnebre proveniente de Sonora arribó al cementerio de la colonia LeBarón.
Los cuerpos de Rohnita y sus hijos, todos en ataúdes de madera fueron, traslados por “trocas” pick up's, mismos que eran acompañados por decenas de vehículos y al final una patrulla de la casi extinta Policía Federal, que custodiaba la caravana solemne.
Tras el velorio y la ceremonia en el poblado de La Mora, Bavispe, Sonora, únicamente en el cementerio de LeBarón Adrián LeBarón y Kenny Miller pronunciaron palabras de despedida dirigidas a sus familiares.
Kenny Miller, en inglés, recordó varias de las vivencias de su nuera, a quien dijo recordará con una sonrisa. "Quisiera verte de nuevo, quisiera que esto nunca hubiera pasado, ahora cómo le voy a explicar a nuestra familia... los ojos de todo el mundo están puestos sobre nosotros, podemos hacer un cambio".
Además, con la voz casi por quebrarse, pronunció: "Eras como un ángel, ahora realmente lo eres... Es un momento muy duro y difícil para nosotros", mientras Adrián LeBaron recordó cuando el esposo de Rohnita fue a pedirla para casarse con ella.
"Aquí tenemos lo que pudimos recuperar de ellos, aquí descansarán y a todos los vendremos a recordar con una sonrisa siempre... Hacemos esta despedida muy humildemente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo", expresó Adrián LeBarón.
El cántico Be Still My Soul fue coreado en más de una ocasión por las cientos de personas que ahí se congregaron.
"Be still my soul the Lord is on thy side, Bear patiently the cross of grief or pain, Leave to thy God to order and provide In every change He faithful will remain, Be still my soul thy best, thy heavenly friend, Through thorny ways leads to a joyful end".
Niños y niñas de la comunidad arrojaban flores y besos a los pequeños ataúdes que se postraban bajo la tierra esperando ser cubiertos y comenzar ya a descansar eternamente.