Más de 200 migrantes, que han sido retornado a nuestro país a través del programa “Quédate en México”, han dado positivo a Covid-19 en la frontera entre México y Estados Unidos, encendiendo los focos rojos de las autoridades y las organizaciones no gubernamentales, quienes temen un propagación de la enfermedad en albergues y campamentos de diversas zonas.
De acuerdo con la organización Movilidad Humana Diocesana, sólo en Ciudad Juárez, Chihuahua, se tienen identificadas a 16 familias migrantes (unas 30 personas) de Honduras, Guatemala, Nicaragua y Venezuela retornadas de Estados Unidos bajo el programa “Quédate en México”, que han padecido el nuevo coronavirus fuera de los albergues de la ciudad fronteriza.
Otros 29 centroamericanos dieron positivo a Covid, 12 de ellos en el Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario, todos ya recuperados, y 17 más que son atendidos en el “hotel filtro” instalado por las autoridades locales y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dentro del hotel Flamingo.
La misma situación se vive en otros lados de la frontera como en Tamaulipas, donde el hospital móvil que un grupo de médicos, apoyados por la organización estadounidense Global Response Management (GRM), instalaron en abril pasado, ya registró su primer caso de Covid-19 confirmado. El hospital se encuentra al interior de un campamento donde más de 200 migrantes aguardan su cita para presentarse ante un tribunal estadounidense que resuelva su solicitud de asilo, por lo que los médicos y brigadistas han encendido los focos rojos ante el riesgo de que el virus se propague con los ciudadanos.
“Se han implementado medidas agresivas de aislamiento y rastreo para evitar la propagación del virus en el hospital móvil y el campamento”, escribió GRM a través de sus redes sociales.
La frontera con Tijuana también ya registra al menos 13 familias migrantes contagiadas por lo que varios albergues han tenido que ser puestos en cuarentena.
Unos dos mil solicitantes de asilo están viviendo en campamentos a lo largo de la frontera con Estados Unidos. Migrantes centroamericanos y de otras partes del mundo se han quedado varados debido a la suspensión de audiencias de asilo implementada en la Unión Americana a causa de la pandemia hasta por lo menos mediados de julio.