Como ha informado El Sol de México, la construcción pública pasa por su peor momento en una década. Los recortes, así como subejercicios en el gasto público han impactado principalmente a las obras de transporte, industrias, carreteras y caminos. Las refinerías y plantas petroleras son aquellos sectores que más se han salvado de la austeridad republicana y reportan los mayores incrementos en el ejercicio de obra pública.