Según el INEGI se estima que el 80% de todos los policía de todos los niveles presentan sobrepeso u obesidad. Esta tasa es más alta que la de la población total, la cual es del 70%. La última vez que el INEGI les preguntó, solo el 16 % de los policías reportó tener hipertensión o diabetes. Los elementos en peor forma fueron ubicados en Campeche y Baja California.