La voluntad del presidente López Obrador de llevar a cabo la construcción de una nueva termoeléctrica está en el centro del debate público por su posible impacto en las comunidades cercanas de Morelos. Sin embargo, tendrá consecuencias para todos. Por utilizar en alguna medida combustibles fósiles y carbón para hacer ebullir el agua que mueve sus turbinas, la energía generada por la vía termoeléctrica no es limpia, como sí lo son las fuentes hidroeléctricas, eólicas, geotérmicas o solares. Actualmente el 81% de la energía eléctrica generada en México proviene de fuentes no limpias, y la decisión presidencial no cambiará para bien esto.