Desde que inició el año fiscal 2022 en Estados Unidos, el pasado 1 de octubre, las autoridades migratorias de ese país han “desmantelado” un total de 511 escondites de migrantes y casas de seguridad a lo largo de la frontera con México.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), los descubrimientos se han visto a mayor escala a lo largo del oeste de Texas y el sur de Nuevo México, donde han rescatado a cuatro mil 112 migrantes.
La participación de ciudadanos estadounidenses en el tráfico y secuestro de migrantes, en su mayoría procedentes de Centroamérica, México y Haití, también ha aumentado, ya que de acuerdo con CBP, sólo de octubre al 19 de diciembre pasado, 15 estadounidenses han sido detenidos por el delito de tráfico de personas. La cifra es la más alta en la última década.
La mayoría de las casas o escondites son cuartos de 10 metros cuadrados con una o dos ventanas y un solo sanitario. En ellas los migrantes son hacinados por los traficantes, quienes los mantienen retenidos hasta un mes dándoles sólo una comida al día y agua.
De acuerdo con la información de la CBP, los traficantes utilizan cada vez más las casas móviles para intentar cruzar a migrantes o esconderlos en lo que pueden llevarlos a las ciudades para trabajar. “La explotación interminable de los migrantes por parte de las bandas de traficantes es inhumana y perjudicial para nuestras comunidades”, destaca el informe de CBP.
Además, refiere que en octubre fue cuando más desmantelamientos se registraron. El 17 de ese mes, agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a un ciudadano estadounidense que intentaba pasar de contrabando a un grupo de cuatro personas a través del puesto de control de la Carretera 185 de la estación de Las Cruces.
Durante el interrogatorio, se obtuvo información sobre un presunto escondite en Vinton, Texas. Al día siguiente, la información llevó a los agentes fronterizos, así como a un equipo de la Unidad de Lucha contra el Contrabando (ASU por sus siglas en inglés), a la localización y rescate de 20 migrantes. Entre los detenidos se encontraban ciudadanos de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Asimismo, el 19 de octubre, los agentes de la Patrulla Fronteriza en Deming rastrearon a un grupo de migrantes que ingresó ilegalmente a Estados Unidos. Las huellas seguidas por los agentes los llevaron a una propiedad abandonada ubicada en Columbus, Nuevo México, donde encontraron a 31 migrantes apiñados dentro de la pequeña casa móvil.
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“Con el aumento en los encuentros de migrantes, también hemos visto un incremento en los escondites y los esquemas de contrabando a lo largo de toda la frontera sur con México; las casas móviles son utilizadas cada vez con mayor frecuencia para trasladar a los migrantes indocumentados, pero también para esconderlos”, añade el informe.
El desmantelamiento más reciente ocurrió apenas el pasado 8 de diciembre, cuando agentes asignados a la ASU ayudaron a los oficiales del Departamento de Policía de Socorro, Texas, después de que fueron notificados de un posible escondite, al que acudieron y encontraron a 24 migrantes que habían sido introducidos de manera ilegal al territorio de Estados Unidos.