En medio de la exigencia del gobierno de México para que Estados Unidos frene el tráfico de armas a nuestro país, estimado en unas 250 mil al año, el decomiso de armamento de fuego, a través del sistema de aduanas, ha ido en picada.

De acuerdo con un reporte de mercancías aseguradas en las 49 aduanas del país, en el período correspondiente del 1 de enero al 23 de septiembre, sólo en Baja California, Tamaulipas y Sonora, estados fronterizos con la Unión Americana, reportan aseguramientos de armas de fuego en su sistema aduanal, quedando Chihuahua y Coahuila sin decomisos de este tipo registrados.

El reporte destaca que en 14 de los 21 puntos aduanales de la frontera norte se registraron algún decomiso de armas de fuego, dando como total 49 en toda la franja fronteriza, menos de la mitad a las decomisadas en el mismo periodo de 2018 cuando se contabilizaban 124.

El listado muestra que las aduanas de Ensenada, Tecate y Toluca en Baja California; Naco y Sonoyta en Sonora; Altamira, Ciudad Alemán, Matamoros y Tampico en Tamaulipas; Juárez, Ojinaga y Puerto Palomas en Chihuahua; y Ciudad Acuña y Piedras Negras en Coahuila no registran ningún aseguramiento de armas de fuego en lo que va del año, mientras que la aduana de Mexicali es el punto fronterizo con el mayor número de decomisos de armamento con 14.

Entre el armamento decomisado destacan pistolas calibre 25mm; un cañón, un mecanismo de disparo y rifles AK 45, conocidos como cuernos de chivos, entre otros.

Le siguen las aduanas de Nuevo Laredo, Reynosa y Camargo, todas del estado de Tamaulipas, con 12, 11 y 2 aseguramientos de armas, respectivamente.

La aduana de Tijuana registró ocho aseguramientos en lo que va del año entre los que se cuentan pistolas tipo escuadra, cargadores, accesorios de armas de fuego, cartuchos, municiones y lanza granadas.

El reporte contrasta con los datos de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), que aseguran que el 70 por ciento de las armas que utiliza el crimen organizado en México, provienen de armerías estadounidenses y entran al territorio mexicano por su frontera norte.

Según la dependencia que encabeza, Marcelo Ebrard, el tráfico de armas es parte de la inédita ola de violencia en el país, ya que mientras en 1997 sólo 15 de cada 100 homicidios se cometían con armas de fuego. Ahora la cifra es de 70 por cada 100.

La mayoría de las armas utilizadas para cometer esos homicidios se compró en negocios ubicados en California, Arizona, Nuevo México y Texas según la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

En esos estados fronterizos con México existen 22 mil 689 armerías y establecimientos autorizados para la venta. Parte del problema empieza en esos lugares, según han documentado autoridades de ambos países.

La forma más común de operación es el llamado "tráfico hormiga", donde cientos de personas compran por separado una o varias armas que después entregan a grupos que las envían a México.

Pero hay otros donde las bandas reúnen arsenales en territorio estadounidense y después los envían a México en compartimentos secretos dentro de camiones de carga.

Los vehículos cruzan las aduanas mexicanas sin problemas, en parte por la corrupción de funcionarios, pero también por amenazas de bandas de delincuencia organizada, según han reconocido los dos países.