Los municipios aledaños a la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se encuentran en “estado de fragilidad” por la falta de agua, indica el diagnóstico del Programa Territorial Operativo de la Zona Norte del Valle de México, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
El documento, actualizado en agosto de 2020, agrega que la escasez del recurso hídrico también se convierte en la “principal limitante para el desarrollo urbano” en esa región conformada por Jaltenco, Nextlalpan, Tecámac, Tultepec, Tultitlán, Zumpango y Tonanitla, en el Estado de México, así como Tizayuca en Hidalgo.
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“Sin duda uno de los retos más significativos para la zona es lograr una sostenibilidad hídrica, la cual se ve amenazada por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, como el acuífero Cuautitlán-Pachuca que presenta, de acuerdo con la información actual, un déficit de 106 millones de metros cúbicos anuales, así como por la falta de infraestructura para la dotación de agua potable en varias de las zonas urbanizadas, destacando los municipios de Tonanitla y Zumpango.”
“De no resolverse esta situación, prevalecerán problemas significativos para enfrentar demandas futuras, lo cual sitúa a la ZNVM (Zona Norte del Valle de México) en un estado de fragilidad ante la necesidad del recurso hídrico”, indica el diagnóstico.
Ante tal escenario, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador planteó una inversión de dos mil 734 millones 737 mil 500 pesos para realizar obras adicionales a la construcción de la terminal aérea inaugurada el pasado 21 de marzo, principalmente para que el megaproyecto insignia de esta administración cuente con agua al igual que los municipios colindantes.
De acuerdo con el documento, los proyectos con prioridad alta son construir en el corto plazo una planta de tratamiento de agua residual en la Laguna de Zumpango, con un costo aproximado de 900 millones de pesos (lo que permitiría recuperar mil 500 litros por segundo) y, también en el mismo lugar, la reforestación de 11 mil 100 hectáreas en los perímetros de la laguna como parte de las acciones contempladas en la Manifestación de Impacto Ambiental del aeropuerto de Santa Lucía (que costará 993 millones 228 mil pesos).
Asimismo, se contempla la inversión en lo inmediato de 6.5 millones de pesos para un captador de agua de lluvia en la Sierra de Guadalupe.
En el mediano plazo, se plantea la construcción de otra planta de tratamiento de agua residual en el Gran Canal-Tultitlán que permita recuperar mil 128 litros por segundo y para la que se invertirán 90.4 millones de pesos. Además de un centro de gestión integral de residuos sólidos urbanos del AIFA y Zumpango, con un costo aproximado de 30.3 millones de pesos.
Y a largo plazo se prevé invertir 700 millones de pesos para una planta adicional de tratamiento de agua residual en Tecámac, con capacidad de recuperar mil 250 litros por segundo, entre otros proyectos.
Para su cumplimiento se requerirá de la colaboración de autoridades federales, estatales y municipales, así como de diversos organismos sectoriales. Si bien, el documento contempla la construcción de estas obras no significa que hasta ahora se haya aprobado presupuesto para su ejecución.
Asimismo, bajo análisis se encuentran dos proyectos estratégicos para la dotación de agua que satisfagan la demanda del aeropuerto principalmente: el acueducto del Valle del Mezquital y el acueducto Tecolutla-Necaxa. “La Conagua se encuentra revisando la viabilidad de estos y realizando los estudios necesarios para asegurar el buen manejo de los recursos hídricos en toda la ZNVM”.
La Sedatu agrega que la suficiencia de agua en la región dependerá, en gran medida, “del patrón de consumo de los habitantes, actuales y futuros, por lo que una primera acción, encaminada a garantizar la oferta de agua, tiene que ser la concientización del consumo de agua, dentro del aeropuerto, pero también durante todo el proceso de consolidación urbana y económica a su alrededor”.
Para ello indica que se deben impulsar distintas políticas públicas encaminadas al cuidado, infiltración, tratamiento y difusión que vayan creando conciencia en la población acerca de la escasez del recurso y su valor como eje del desarrollo.
Tras la inauguración del AIFA, pobladores de las colindancias reclamaron, entre otras cosas, la falta de agua en particular en los municipios de Tonanitla y Zumpango.
El documento advierte además que la zona es susceptible de acumular agua por su pasado lacustre y, por consiguiente, los riesgos de inundaciones, la falta de drenaje natural y la presencia de aguas negras provenientes de la Ciudad de México representan un foco de contaminación para los escasos cuerpos de agua existentes.
En consecuencia, la poca disponibilidad de agua dulce de calidad en fuentes superficiales y subterráneas obliga a la Zona Norte a obtener el líquido de cuencas y acuíferos cercanos, aumentando el costo de traslado y afectando los suministros de otras regiones.
Refiere que los cuerpos de agua en la zona “tienen algún grado de contaminación, lo que dificulta el aprovechamiento y manejo de las aguas superficiales y limita la posibilidad de llevar a cabo proyectos de recarga inducida a los acuíferos”.
La presencia de los drenajes de aguas negras provenientes de la Ciudad de México representa “un foco de contaminación” en la zona que es fundamental tener en cuenta para plantear acciones enfocadas a la reducción del impacto de la gestión de residuos del núcleo en el sistema urbano completo.
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