El presidente Andrés Manuel López obrador, luego de ser quien revelara que el cuerpo hallado en Sinaloa pertenecía José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, explicó esta mañana que hubo un intento de negociar con el gobierno de Chihuahua para entregar los cuerpos de los jesuitas.
Tras el homicidio de los sacerdotes en Chihuahua, la delincuencia organizada ofreció entregar los cuerpos de si el Ejército y la Guardia Nacional salían de la región de Cerocahui, pero las autoridades federales se negaron.
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"Nos mandaron a decir que si salía el Ejército iban a entregar los cuerpos, y dijimos no. Y de repente ya se había buscado y no estaban los cuerpos, después ya estaban los cuerpos donde ya se había buscado, o sea que cambiaron de parecer. La propuesta era ya entregamos los cuerpos y váyanse, y dijimos no”.
En este sentido, López Obrador explicó que Chihuahua pidió al Gobierno federal que se retiraran a los elementos de las Fuerzas Armadas para poder recuperar los cuerpos de los jesuitas y así darles sepultura, sin embargo, la solicitud fue denegada.
Además, lamentó el hecho, pues no se logró capturar al capo con vida tras nueve meses de búsqueda para que pudiera pagar por sus crímenes. Acusó que las autoridades fueron tolerantes con los grupos criminales.
“Esto se originó porque hubo complicidades, hubo tolerancia de autoridades locales para con estos grupos", apuntó.
El mandatario federal comentó que su gobierno no sabe quién ejecutó a Noriel Gil, quien era buscado por ser el presunto responsable del asesinato de dos padres Jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, además de un guía de turistas en el municipio de Urique en Chihuahua, el 20 de junio del 2022.
Subrayó que quien mató al líder criminal posiblemente lo hizo porque pensaba que con su muerte se iba a terminar su búsqueda.
