La mitad de las concesiones comerciales de televisión abierta se concentra en sólo cuatro compañías que tienen prácticamente el “control” de lo que se ve en México.
Televisa, Tv Azteca, Grupo Multimedios y Cadenatres, de Grupo Imagen, cuentan en conjunto con 49.5 por ciento de las concesiones de radiodifusión, todas ellas para operar y explotar comercialmente canales o cadenas de televisión abierta digital terrestre, de acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Pero son los grupos encabezados por Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego los que prácticamente mantienen el dominio de la televisión nacional, con 414 de las 864 concesiones de televisión abierta vigentes.
La otra mitad de las concesiones pertenece a canales locales o televisiones estatales, las cuales tienen una o dos señales por entidad o en una región.
La Reforma en Telecomunicaciones de 2013 estableció medidas para fomentar la competencia en servicios como el de la televisión, donde si bien el mercado se he reconfigurado en los últimos siete años, aún persiste una clara dominancia por parte de algunos competidores, de acuerdo con analistas.
“Lo que se esperaba la Reforma es que hubiera mucha competencia, que se rompiera este duopolio de Televisa y Tv Azteca, y sí se rompió, pero el hecho de que sean cuatro cadenas ahora no te habla de un mercado muy competitivo. Ahora en lugar de tener u duopolio tenemos un tetrapolio”, comentó Luis Miguel Martínez, académico de la Universidad Iberoamericana.
El analista opinó que las opciones en el mercado televisivo son muy reducidas, y que si bien con la reforma de 2013 se forzó a que hubiera competencia, cuestiones del propio mercado y los avances en la tecnología no permitieron que esto prosperara.
Pero los cambios legislativos en materia de telecomunicaciones sí tuvieron cambios, tan sólo en cuestión de audiencia en televisión abierta comercial, la participación de Televisa pasó de cerca de 67 por ciento en 2014, a poco menos de 58 por ciento.
No obstante, la televisora sigue teniendo un nivel de audiencia mayor al de TV Azteca y Grupo Imagen, las otras dos cadenas nacionales, que tienen 31.7 y 6.3 por ciento, cada una, según datos del IFT.
La penetración del servicio también es importante, ya que en el país hay 33 millones de hogares que cuentan con televisión, de los cuales 86.2 por ciento tiene televisión digital.
Sin embargo, pese a la importancia que tiene la televisión en las telecomunicaciones en México, para Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), la competencia en el mercado de televisión abierta en el país llegó muy tarde.
De acuerdo con el especialista, la televisión comienza a dejar de ser un servicio dominante ante la variedad de plataformas que hay para disfrutar contenidos audiovisuales.
“Se ha diversificado la televisión abierta en el momento que es más difícil de invertir, porque es cuando se tiene más competencia como son las plataformas de streaming, por lo que resulta menos atractiva”, comentó.
Datos y competencia
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), al cierre de 2019 había 80.6 millones de usuarios de internet en el país, lo que representan el 70.1 por ciento de la población mayor a seis años conectada.
El reporte indica que ocho de cada 10 internautas mexicanos se conectan para acceder a contenidos audiovisuales los cuales pueden ofrecerse en plataformas como Netflix, Amazon Prime, YouTube o Claro Video, entre otros.
Bravo subrayó que la televisión sigue siendo un gran negocio, sin embargo no crece al ritmo que lo hacía antes.
De acuerdo con datos del Inegi, al cierre del segundo trimestre del año el PIB de las telecomunicaciones en el país fue de 289 mil 761 millones de pesos, cifra siete por ciento mayor a la del mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, en el segmento de radio y televisión el PIB al cierre de junio fue de 25 mil 490 millones de pesos, cifra 25.5 por ciento menor en su comparación anual.
Bravo destacó que son cada vez más las audiencias que buscan contenidos a través de medios distintos, como las plataformas streaming, por lo que resulta difícil pensar que el mercado de la televisión pueda reconfigurarse con más competidores en el corto o mediano plazo.
En el caso de la televisión restringida, los datos del IFT señalan que Televisa tiene casi 65% de la participación del servicio de TV restringida, seguida muy de lejos por Megacable, con 16 por ciento del mercado.
Los analistas consultados coincidieron en que en el mercado de televisión de paga la competencia es más difícil de darse debido a las condiciones de la propia regulación.
“En TV de paga no se ha atacado la concentración con altos porcentajes y es injustificable porque hay actores que pueden abrir la competencia en el sector, lo que se traduciría en tarifas más económicas para los usuarios. Es el único servicio cuyo precio no ha bajado desde que se dio la reforma porque no hay competencia efectiva”, comentó el presidente de la Amedi.
Según el especialista, la falta de apertura a la competencia en el segmento de televisión restringida se debe principalmente a que el regulador no quiere dejar entrar a esta competencia a un jugador preponderante en el segmento de telecomunicaciones, es decir, América Móvil.
Martínez añadió que en el segmento de televisión restringida y abierta se ve poco probable que el panorama de competencia cambie en el corto y mediano plazo, por lo que el control de la televisión seguirá en manos de unos cuantos.