Mil 694 millones de pesos ya fueron entregados a los damnificados por el huracán Grace en el estado de Veracruz, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en el municipio de Huayacocotla, donde pidió "nada de chanchullos" para el censo que se levanta para los afectados.
En la presentación del Plan de Apoyos, con datos de la Secretaría del Bienestar, explicó que el censo efectuado del 26 de agosto al 2 de septiembre incluye a habitantes afectados de mil 803 localidades de 28 municipios.
El jefe del Ejecutivo federal detalló que a 45 mil 318 familias se les dio en efectivo 35 mil pesos, con un avance de entrega del 99.7 por ciento.
Derivado del censo, mencionó que otorgaron 24 mil 137 apoyos agropecuarios a quienes perdieron animales o producción de maíz, frijol u otros cultivos. A cada persona se le dio 4 mil 400 pesos y se ha logrado el 99.6 por ciento, indicó.
Con respecto a la entrega de enseres como refrigeradores, estufas y camas, justificó que se da manera lenta debido a un problema estructural que no es exclusivo de México, pues hay una crisis de producción de electrodomésticos.
"Nada de chanchullos"
En el campo deportivo “Lázaro Cárdenas”, en el norte del estado, celebró que los apoyos estén llegando sin intermediarios, y aunque afirmó entender que hay inconformidades, adelantó que se visitará a todos quienes dicen no haber sido incluidos en el censo.
"Hay, desde luego, alguna inconformidad, hay que atender a todos. Hay quienes dicen 'no fui censado', 'no me tomaron en cuenta', hay que atenderlos. También este método es muy apegado a la realidad y si no hubo afectaciones, si no fueron damnificados, pues no se les puede apuntar, no se les puede inscribir. Tenemos que actuar con honestidad todos, nada de mentiras, nada de chanchullos, esto también hay que hacerlo a un lado", pidió.
Con respecto a los campesinos que reciben apoyo del programa “Producción para el Bienestar”, dijo que también se hará un censo para saber si realmente hay desvío de recursos.
López Obrador reiteró que antes se entregaban de manera desordenada los apoyos y que el Fonden era un barril sin fondo aprovechado por los políticos, los funcionarios y también los dirigentes de organizaciones sociales.
“Hacían su agosto. Compraban a precios elevadísimos los enseres, despensas, y como había una declaratoria de emergencia, tenías manga ancha para comprar a proveedores predilectos”, expresó.