Alejandro Armenta, presidente de la Mesa Directiva del Senado
“Ningún menor de edad debería poder elegir su identidad de género en el acta de nacimiento. Yo respeto la diversidad (…) pero un niño hasta los 18 años debe de decidir y si no puede decidir no puede ser motivado a ninguna acción que afecte su estado emocional. Tenemos que ver el bosque, y no solo irnos por las modas o por las circunstancias. Hay que respetar la niñez”.
Natalia Lane, activista transgénero
“Sobre la iniciativa en pro del reconocimiento de la identidad de las infancias trans en la CDMX te digo que existe una multiplicidad de identidades y de poblaciones; de diversidad en las identidades sexuales y de género. Y eso tiene que ser reconocido por el Estado. Fijar los 18 años como la edad legal para solicitar la reasignación de género es un criterio discriminatorio por edad. Estudios indican que la identidad de género en todas las personas se va formando desde los primeros 24 meses de edad. Es decir, todos los niños tienen la capacidad de autopercepción”.
Arturo Zaldivar, ministro de la Suprema Corte
“Recientemente la Suprema Corte estableció que la identidad de género de las niñas, niños y adolescentes (NNA) trans está protegida por la Constitución. El asunto fija un criterio inédito para la igualdad sustantiva, en defensa de los derechos de una minoría que es objeto de violencia y discriminación estructural en todos los ámbitos de su vida. Con esta decisión la Suprema Corte reafirmó que no hay nada que curar. Que la experiencia trans no es una enfermedad, sino una realidad que da cuenta de la diversidad humana.”
América Rangel, diputada de la CDMX por el PAN
“He presentado una iniciativa para considerar como “injerencia arbitraria o ilegal en la vida de un menor” cualquier “intento de condicionamiento, presión u obligación por parte de un adulto, para la determinación de la identidad sexual de las niñas, niños y adolescentes contrario a su identidad biológica”. Y un segundo párrafo que indique “que se considerará violación a la intimidad de las niñas, los niños y los adolescentes, el ejercer sobre ellos cualquier mecanismo de carácter externo, terapéutico o similar que busque realizar una conversión de su identidad sexual”.
Tania Morales, de la Asociación Civil Infancias Transgénero
“El reconocer el género es respetar la autonomía de la persona y reconocer ese género y ese nombre que solicitan en documentos de identidad, es decir, en un acta de nacimiento (...) En ese componente que (la diputada Rangel) está metiendo, está tratando como terapia de conversión el reconocimiento de la identidad de género y eso por supuesto que es todo lo contrario”.
Andrew Sims, portal Enfoque a la familia
“Ahora las redes sociales y la industria del entretenimiento celebran la “fluidez de género” como una forma de pensar más progresista que la visión bíblica. La tendencia ha crecido rápidamente gracias a las noticias de celebridades identificándose como transgénero, y a “drag Queens” dirigiendo los clubs de cuentos en las escuelas y las bibliotecas. Hoy es cada vez más frecuente que los padres permitan que sus hijos menores de edad alteren química y quirúrgicamente sus cuerpos, y ahora varios estados en los Estados Unidos permiten que los menores lo hagan sin el consentimiento de sus padres. Este progresivo declive moral también es evidente en la respuesta que los cristianos han dado a estas tendencias. Hoy, las primeras personas en cuestionar la moral y desafiar el bienestar sexual se encuentran con frecuencia dentro de las iglesias y de los hogares cristianos.”