En México, sólo uno de cada mil trabajadores es investigador, siete veces menos que el promedio de la OCDE y nueve veces por debajo de la cifra en Estados Unidos.
“Estamos formando jóvenes investigadores para condenarlos al desempleo”, advirtió Arturo Barba, divulgador de ciencia y tecnología.
En entrevista con El Sol de México, explicó que en promedio, cada año unos cinco mil jóvenes obtienen un título de doctorado con el cual podrían desempeñarse en la investigación y la docencia de alto nivel. Sin embargo, la mayoría no encuentra cabida en las universidades públicas o los Centros de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), debido a la saturación en las plazas laborales.
“Estamos en una terrible contradicción porque los formamos pero no los contratamos, los formamos para la fuga externa de cebreros pero también para la interna que es todavía más grave porque orilla a los jóvenes a dedicarse a cualquier otra cosa distinta para la que se formaron”, afirmó Barba.
Sandra Bautista, quien cursa el tercer semestre del doctorado en Ciencias Bioquímicas en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez gracias a una beca de Conacyt, es consciente de que cuando concluya sus estudios tendrá que competir con miles de investigadores más para conseguir una plaza.
“Me gustaría continuar en la investigación aunque sea en el área clínica donde he percibido existen un poco más de oportunidades en empresas privadas, confío en que las condiciones mejoren en el país para la ciencia y la tecnología porque me doy cuenta a los problemas que se enfrentan la mayoría de los investigadores que deben de conseguir recursos y un espacio para poder llevar a cabo su trabajo”, afirmó Sandra.
De acuerdo con el informe Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina y el Caribe, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desde el año 2016 México inició un descenso en la inversión en ciencia y tecnología que no se ha detenido hasta hoy. Esta situación es contraria a lo que ha sucedido en la mayoría de las naciones de la región, las cuales han registrado un incremento lento, pero sostenido.
Mientras en el año 2020 la inversión en ciencia y desarrollo en México no superó 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que Brasil alcanzó 1.5 por ciento y Chile superó el tres por ciento recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“México se está quedando cada vez más y más rezagado entre las naciones de América Latina en inversión y desarrollo de ciencia y tecnología cuando antes lideraba, ya no se diga de la OCDE donde sigue siendo el último lugar”, alerta Barba.
Nuestro país también registra un rezago en cuanto al número de investigadores con un total de 39 mil 189, que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), por debajo en comparación con China y Estados Unidos, quienes superan el millón y medio.