En México, sólo dos de cada 10 mujeres en edad de trabajar cuenta con un empleo remunerado y prestaciones como seguro social.
Después de Turquía, México es el país donde menos mujeres en edad laboral tienen un empleo (45 por ciento), esto según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que evalúa los incentivos para la incorporación de este sector de la población a una actividad productiva.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, mencionó que las mexicanas enfrentan una excesiva carga de trabajo no remunerado, lo que les impide dedicarle tiempo a un empleo formal.
Ellas hacen tres cuartas partes del trabajo no remunerado del hogar, incluido el cuidado de los hijos, comentó Gurría durante el Diálogo Igualdad de Género para el Desarrollo Incluyente en México.
El exsecretario de Hacienda y excanciller en el sexenio de Ernesto Zedillo, sugirió asegurar los servicios de educación y cuidado de la infancia temprana y mejorar los permisos de paternidad para que los hombres aumenten su papel en el hogar.
Los cinco días que por ley se dan a los padres en México, son "quizás la licencia de paternidad más precaria" de la OCDE, apuntó Gurría.
A esto se suma la violencia contra la mujer, que en México tiene uno de los niveles más altos entre las 37 naciones de la OCDE, lo que limita su capacidad para participar en la vida económica del país.
Igual que en todos los países desarrollados, las mujeres en México enfrentan menores oportunidades profesionales, sufren un alto grado de acoso y su ingreso es menor que el de los hombres.
La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, refirió que en el país las empleadas reciben en promedio 23 por ciento menos remuneración que los varones. Más de la mitad (53 por ciento) de los empleados en el país que ganan un salario mínimo son mujeres.
El titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, comentó que la participación de las mujeres en el mercado laboral es más deficiente que en países de la región del mismo nivel o, incluso, menos desarrollados.
En México son 45 de cada 100 mujeres en edad de trabajar las que tienen un empleo, mientras en Argentina y Colombia las proporciones son de 57 y 64 por ciento, respectivamente, según la OCDE.
La equidad laboral, dijo el funcionario, podría impulsar el crecimiento de México por el simple hecho de que habría más personas productivas.
“Si tuviéramos el porcentaje de Argentina tendríamos 4.4 millones más personas en la fuerza laboral, lo que incrementaría la Población Económicamente Activa (PEA) entre ocho o nueve por ciento”, explicó.
Según la OCDE, si México reduce a la mitad la brecha de género en la fuerza de trabajo, se añadirían potencialmente 0.16 puntos porcentuales a la tasa anual de crecimiento del PIB per cápita, para llegar a 2.46 por ciento anual.