Diez de la mañana, suena la alerta sísmica. Comienza en la capital el Macrosimulacro para recordar los sismos de 1985 y 2017, este último sigue tan fresco en la memoria de los mexicanos, incluso muchas personas vuelven a sentir el miedo y la angustia.
Como estaba previsto, la alerta sísmica se activó a través de los 12 mil 170 altavoces, así como por las emisiones de radio y televisión.
A las 10:01 inició el protocolo de evacuación en los más de 11 mil inmuebles participantes, entre ellos Palacio Nacional, el Senado de la República y la Cámara de Diputados.
En Torre Mayor, bomberos y cuerpos de Protección Civil hicieron la representación de una emergencia con la hipótesis de un sismo de 8.6 grados, con epicentro en las cosas de Oaxaca a 4 kilómetros de profundidad, superior al sismo de hace dos años, de 7.1 grados, donde murieron más de 300 personas.
En Paseo de la Reforma, la gente realizó la evacuación masiva de los diversos edificios y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) hizo cortes a la circulación vehicular.
Asimismo se realizó el protocolo de evaluación a aérea mediante el sobrevuelo de helicópteros.
Además, el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5) realiza una evaluación temprana de “daños” con barrido de cámaras en zonas de riesgo.
El Sistema Transporte Colectivo Metro también fue parte de este ejercicio, pero no se detuvo su funcionamiento.
Los cuerpos de emergencia, de los gobiernos federal y local desplegaron operativos de Fuerzas de Tarea en Insurgentes y Reforma, Zócalo, División del Norte y Cuauhtémoc y el Eje Central esquina con Ricardo Flores Magón.
En Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma, en la ahora bautizada como la zona cero, decenas de personas llegaron para participar en el Megasimulacro y con el puño en alto recordar a las 49 personas que ahí murieron.