Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, explicó que una encuesta por parte del Inegi que mida el patrimonio inmobiliario y financiero de las personas, como lo propone Morena, es un ejercicio común que ya se realiza en otros países.
A través de un hilo en su cuenta de Twitter, el doctor en Economía por la Universidad de Harvard hizo algunos apuntes, sin mencionar el nombre, de la propuesta de Alfonso Ramírez Cuellar, el presidente de Morena, para que el Inegi tenga la facultad constitucional de revisar cada dos años a través de una encuesta en los hogares el patrimonio de los mexicanos y tener acceso a su información financiera con el fin de medir la concentración de la riqueza.
"Tenemos miles de millones de dólares que constituyen una riqueza totalmente inobservada. Ya no se trata solo de dar cuenta del ingreso y el gasto de las familias y las personas. Medir la pobreza en México es un gran avance. Ahora se demanda, con urgencia, medir también la desigualdad y la concentración de la riqueza", propuso el partido político.
Este instituto, el Inegi, "debe entrar, sin ningún impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas. Cada dos años debe de dar cuenta de los resultados que arroja la totalidad de los activos con los que cuenta cada mexicano", propuso.
"También debe tener acceso a las cuentas del Servicio de Administración Tributaria y a toda la información financiera y bursátil de las personas", agrega el documento.
Gerardo Esquivel explica que el Inegi ya realiza un ejercicio similar a través de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), que aplica cada dos años, y cuyos resultados del ejercicio de 2019 están aún en proceso y en unos meses serán publicados.
El economista por el Colegio de México citó que recientemente el Journal of Political Economy -una reconocida revista sobre temas económicos que publica la University of Chicago Press- aceptó para su publicación un estudio sobre la evolución de la desigualdad del ingreso y de la riqueza en Estados Unidos, realizado por tres investigadores de la Universidad de Bonn.
De acuerdo con Esquivel el estudio es quizá el ejercicio más ambicioso para medir la desigualdad en ingreso y riqueza a partir de una encuesta en hogares, y que reivindica los resultados aportados por Thomas Piketty. Esquivel se refirió al economista francés autor del best seller El capital en el siglo XXI (2013), un estudio económico-histórico sobre la desigualdad en el capitalismo, y su seguimiento, Capital e Ideología (2019), un barrido a través de mil años de la historia de la desigualdad, y a quien algunos llaman el rockstar de la economía.
"Esto (el estudio de los investigadores de la Universidad de Bonn) se parece, pero es diferente al trabajo de Piketty y coautores, quienes han usado principalmente datos fiscales en sus estimaciones" sobre la desigualdad, señaló Esquivel.
El estudio, agrega, confirma el aumento en la tendencia de concentración del ingreso y la riqueza en EU, lo que se refleja en que durante 2016, 10 por ciento de los más ricos en Estados Unidos obtenía 47.5 por ciento del ingreso y mantenía 77 por ciento de la riqueza. En 1971, los más ricos obtenían 31 por ciento del ingreso y poseían 69 por ciento de la riqueza.
En tanto, el ingreso de los pobres en ese país se estancó durante cinco décadas, y su riqueza, aunque pareció aumentar "se evaporó" con la crisis de 2008.
Esquivel, quien llegó al Banco de México a propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, destacó el valor de documentar y cuantificar los resultados del ejercicio que está por publicar el Journal of Political Economy y la reivindicación que hace del trabajo de Piketty en el tema de la desigualdad en el ingreso y la riqueza.
Hace unos días Thomas Piketty dijo The Guardian que la respuesta correcta a esta crisis causada por la pandemia del coronavirus sería revivir el Estado social en el norte global y acelerar su desarrollo en el sur global. "Este nuevo Estado social exigiría un sistema fiscal justo y crearía un registro financiero internacional que le permitiría atraer a las empresas más grandes y ricas a ese sistema.
El actual régimen de libre circulación de capital, establecido en los años 80 y 90 bajo la influencia de los países más ricos, especialmente en Europa, fomenta la evasión de millonarios y multinacionales. Impide que los países pobres desarrollen un sistema fiscal justo, lo que a su vez socava su capacidad de construir un estado social", declaró en una entrevista al diario francés.