El presidente Andrés Manuel López Obrador buscaba en su bolsillo izquierdo su cartera de color negro y luego de encontrarla, con sus dedos índice y pulgar la revisó hasta en tres ocasiones; sonreía, se le veía de buen ánimo.
Sonriendo sacó y al mismo tiempo exhibió un billete de cinco pesos, lo extendió para que todos los vieran. Las cámaras y fotógrafos apuntaron al detalle. Sonreía. Y luego encontró lo que buscaba: su identificación, una licencia de conducir con vigencia “permanente’’.
Fue al final de su conferencia mañanera en Palacio Nacional, antes de viajar a Tabasco.
“Les subrayo -hoy es el día de las recordaciones-, no viajo en avión privado, estoy viajando en aviones de línea como cualquier ciudadano, tampoco es algo tan extraordinario’’.
¡Imagínense¡, cómo viajaban nuestros héroes, a pie, a caballo, en carruaje, arriesgando todo, daba detalles el Mandatario de otros tiempos.
“Ahora no sé qué les pasaba a estos. ¡Imagínense¡, subirse a un avión, que es así como este espacio, no tanto, pero sí como unos 25 metros de ancho por 70 de largo para 280 pasajeros, ir ahí 20 –personas- con restaurán, con alcoba, ¡qué es eso en un país con tanta pobreza!’’.
“Sí hay cambios y van a seguir habiendo otros. Y no pasa nada, la gente se porta muy bien en los aeropuertos, los trabajadores del aeropuerto, no causamos tampoco molestias porque vamos muy puntuales para no afectar los vuelos y hemos resuelto bien todo’’.
“Nada más que sí hay que llegar puntual, porque no es de que nos espere el avión, no, nada. Y tengo que llevar mi identificación y me identifico’’.
¡TRAIGO UNO BUENÍSIMO..!
“Traigo uno buenísimo, ya se lo mostré la vez pasada, éste es buenísimo, miren -. Éste es válido, tengo otros, pero lo que quiero mostrarles, no la encuentro, es mi identificación, esta es mi licencia de manejo, ¿saben qué? Permanente. Cuando fui jefe de gobierno se expidieron estas, permanente’’.
“Como decía un buen periodista, don Trino Malpica, allá en mi pueblo, ¿saben cómo terminaba sus artículos? Decía: ‘Ahí queda eso’’.