Exigen iglesias mejor trato para migrantes

Hacen, actualmente, lo que los Estados no pueden o no quieren en cuanto a la protección y cuidado de los indocumentados en AL

Roxana González | El Sol de México

  · sábado 15 de febrero de 2020

Foto: Archivo | OEM

El endurecimiento de la política migratoria del gobierno de México, que incluye el uso de la fuerza por parte de la Guardia Nacional para contener el paso de indocumentados, ha convertido a la Iglesia católica en un actor más de presión a favor de los derechos de los migrantes.

Cada vez son más las voces que desde las diócesis, de Estados Unidos a Argentina, exigen a México respetar los derechos humanos y dejar de utilizar la fuerza en contra de los indocumentados.

En respuesta a una solicitud de El Sol de México, el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, lamentó que las leyes del Estado se vuelvan contra los migrantes, pues es como “actuar contra nosotros mismos”.

Además dijo que son las iglesias las que ahora se encargan de realizar el trabajo de protección a los migrantes, que los Estados no pueden o no quieren brindarles. Las palabras del líder católico surgen luego de semanas que se han visto marcadas por las críticas a las fuerzas mexicanas de seguridad que lanzaron piedras y gas contra una caravana de centroamericanos que se dirigía a Estados Unidos.

Además, su postura coincide con la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que hace una semana solicitó a México que evite situaciones similares con el uso de la fuerza para detener a los migrantes de las caravanas procedentes de Centroamérica. El jerarca católico reiteró que las personan migran porque en sus países de origen no tienen oportunidades. “Son personas que van a estos países buscando salvar su vida. Y migrar es un derecho, no pueden prohibírselos”, agregó Escobar.

La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) también se pronunció por un mejor trato a los migrantes y pidió a los gobiernos de la región acciones eficientes para terminar con la violencia y la pobreza que obliga a las personas a abandonar su país para dirigirse hacia el norte.

“El inicio del año ha estado marcado por el sufrimiento de los migrantes que escapan de situaciones de pobreza y violencia, es impostergable la necesidad de crear posibilidades de desarrollo y de trabajo a la cantidad de jóvenes que son riqueza innegable para nuestros países”, agregó la CEG.

Para Javier Urbano, investigador de la Universidad Iberoamericana, la Iglesia católica siempre ha estado presente en los procesos migratorios del continente, pero hoy, como nunca antes, se ha convertido en una voz crítica de las políticas que criminalizan la migración ilegal. “Sin duda, la Iglesia y no sólo la católica, ha acompañado a los migrantes brindándoles asistencia médica, comida y refugio, pero ahora lo que vemos es un discurso más crítico y sobre todo se observa una exigencia”, comentó Urbano, especialista en la definición de nuevos modelos de administración migratoria.

El experto coincidió en que las iglesias hacen, actualmente, lo que los Estados no pueden en cuanto a la protección y cuidado de los migrantes.

El caso más claro, explica, son las iglesias en Estados Unidos que se han convertido en santuarios de protección para los indocumentados. Sin duda, la Iglesia, principalmente la católica, como las organizaciones no gubernamentales, hace el trabajo que los Estados deberían llevar a cabo en cuanto a protección de los indocumentados.

Urbano añadió que en el caso de México, la política migratoria de contención en la frontera sur que, bajo amenazas, le ha impuesto la administración de Donald Trump ha terminado con la poca asistencia que los indocumentados tenían del gobierno tanto federal como estatal.

El hecho fue el 6 de febrero. Archivo | OEM

Pero no sólo la iglesia católica de Centroamérica se ha unido a favor de los migrantes, sino la exigencia se ha extendido por todo el continente.

El Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, convocó, en enero pasado, a la Semana Nacional de Migración con el llamado a recibir a los indocumentados y refugiados en las sociedades de todo el continente. Aunque son pocos los migrantes desde países del sur como Argentina o Chile que migran de manera ilegal a Estados Unidos, la iglesia sudamericana también se encarga de los migrantes y han elevado sus oraciones por un mejor trato de las personas que cruzan por México.