Hace más de 200 años un fenómeno natural dejó a casi la mitad del mundo en una oscuridad total por un año. Las cenizas de la erupción del volcán Pandora, en Indonesia, cubrieron el cielo de Europa y Estados Unidos durante un invierno de casi 12 meses que derivó en una grave crisis alimentaria, económica, social e incluso psicológica. Un lapso de tiempo detenido por la fuerza de la naturaleza. A partir de este hecho, la curadora Ruth Estévez propone revisar qué significa el tiempo en nuestro presente.
Se trata de la exposición El verano que nunca fue que se presenta en el Laboratorio Arte Alameda con 19 videos de la Colección Isabel y Agustín Coppel (CIAC), la propuesta curatorial de Estévez es presentar los videos como una narrativa visual para reflexionar cómo el concepto de tiempo en un momento de crisis como el actual, o el de hace dos siglos, tiene efectos en el medio ambiente, la conducta social y las emociones del ser humano.
"Tomé esta anécdota literaria, pero verídica, como una guía narrativa para que la gente pueda ver las obras y asimilar la idea del tiempo de manera más fácil porque ver casi 20 videos así de tirón es complejo. Lo interesante con esa historia es que se puede hacer un paralelismo entre ese tiempo oscuro y los ritmos de la naturaleza que suceden ahora y lo que ocurre desde hace dos años con la pandemia.
"Los videos narrativos, otros que funcionan como esculturas y otros más que ven al tiempo como objeto, repetición y algunos que hacen referencias al progreso, generan las conexiones entre las piezas que coinciden en la colección CIAC", refirió Estévez del proyecto.