En México existen 2.4 millones de empleadas domésticas, de las cuales 91.5 por ciento son mujeres que no cuentan con los derechos laborales básicos y de seguridad social, además son víctimas de discriminación y baja remuneración.
Así lo dieron a conocer los participantes en el taller "Avance de los derechos de las trabajadoras del hogar en el marco del Convenio 189", celebrado en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, en donde coincidieron que el principal reto que enfrentan las trabajadoras del hogar en México es la falta de la voluntad política para la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Marcelina Bautista, representante del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar A.C. (CACEH), sostuvo que al igual que en muchos otros aspectos, México también lideró acciones para reconocer los derechos de las trabajadoras del hogar.
Sostiene que esto es lo que llevó a establecer la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, la cual se planteó desde 1983 en México y que dio lugar a que el 30 de marzo fuera reconocido también como Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.
Bautista refiere que desde ese momento, los países de Latinoamérica comenzaron a ratificar el Convenio 189; sin embargo, México, a pesar de haber sido uno de los países que encabezó este movimiento, permanece sin tomar cartas en el asunto.
Los participantes, señalaron que solo uno por ciento de las trabajadoras domésticas cuenta con contrato de trabajo por escrito y tres por ciento con seguridad social de manera voluntaria por sus patrones, además de que 75 por ciento gana entre uno y dos salarios mínimos, y únicamente 57 por ciento recibe aguinaldo.
Por su parte, la secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México, Amalia García Medina, dijo que en nuestro país, el principal obstáculo que enfrentan las trabajadoras del hogar para hacer reconocer sus derechos, está en el gobierno.
En este sentido, dijo que la falta de voluntad política es la que ha mermado la ratificación del Convenio 189 de la OIT, por lo que consideró que la mayor discriminación viene del Estado al no reconocer sus derechos.
Por ello, dijo que el Estado mexicano es el que debe dar el paso para que todos los derechos de las trabajadoras del hogar sean reconocidos y garantizados plenamente, porque el Convenio 189 tuvo un fuerte impulso desde México.