México y los países de América Latina y del Caribe viven una “tormenta perfecta” creada por la presencia de Covid-19, la doble carga de la mal nutrición: sobrepeso, obesidad, al mismo tiempo que hambre y desnutrición, que se combinan con el impacto del cambio climático, los huracanes como Eta que pone en riesgo la seguridad alimentaria, dio a conocer la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En el caso de México la prevalencia de obesidad se incrementó de 15 a 25 por ciento de la población mayor a los 18 años entre el año 1980 a 2016.
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Al dar a conocer el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe 2020, Miguel Barreto, director regional del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, para América Latina y el Caribe (WFP, por sus siglas en inglés), dijo que “la situación es complicada” en la región.
Explicó que antes de Covid-19 la seguridad alimentaria tenía un “claro deterioro”, debido a que 47.4 millones de personas vivían con hambre antes de la llegada de la pandemia y se estimaba que 190 millones de personas enfrentaban una situación alimentaria “moderada o grave” debido a que no tenían acceso a alimentos nutritivos y suficientes en 2019.
En conferencia virtual para presentar el informe hizo un llamado a los gobiernos a incrementar los apoyos a la población más pobre de la región, puesto que con la crisis de Covid-19 los gobierno iniciaron con estrategias para recortar sus presupuestos.
“En América latina y el Caribe, el fuerte golpe económico de la pandemia ha dejado a millones de familias con menos recursos para comprar alimentos nutritivos,” señaló Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
“No recibir una alimentación saludable entre los 6 meses y 2 años pone a los niños y niñas en riesgo de malnutrición. Para que pueden crecer sanos en tiempos de pandemia, es urgente asegurar la disponibilidad de alimentos saludables a precios asequibles”.
El informe también alerta sobre el aumento del sobrepeso y la obesidad, que ha ocurrido en todos los grupos de edad: en 2016 eran 315 millones de personas (casi la mitad de la población de la región) sufría sobrepeso y obesidad, en comparación con 239 millones en 2006. “Esto es particularmente grave debido a la evidencia que la obesidad está asociado al riesgo de sufrir peores efectos en caso de una infección por Covid-19”.
Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS/OMS dijo que la distribución desigual de recursos y oportunidades está dejando atrás a muchas personas y se prevé que la pandemia aumente todas las formas de malnutrición infantil, incluidos el retraso del crecimiento, las deficiencias de micronutrientes y el sobrepeso y la obesidad.
“Es necesario reformar los sistemas alimentarios y de nutrición, y proporcionar a las poblaciones una nutrición óptima”.
