La pandemia deja al talento femenino en una situación de vulnerabilidad, que a la larga agravará indicadores del empleo. En actividades no remuneradas en México, hay una brecha de 15.31 horas entre mujeres y hombres. Como trabajadoras, las mujeres pasan 23.40 horas en promedio y los hombres, solo 8.09 horas, de acuerdo a un análisis de ManpowerGroup sobre cifras del INEGI para el cierre del 2020.
Detalla la gerente regional de Cultura y Comunicaciones, Adriana Velasco Rangel, que las mujeres trabajadoras dedican 40 horas en promedio a sus actividades laborales, mientras que los hombres un total de 46.46 horas.
Y es en el trabajo no remunerado donde se da la brecha de 15.31 horas que dedican en promedio más las mujeres. “Por tanto, para la recuperación del empleo femenino hay que romper con los estereotipos de género en el hogar y el trabajo”, puntualizó.
Comenta Velasco Rangel que, a un año de la pandemia de Covid-19, atender la situación de las mujeres es clave para la recuperación económica de México. Se apela a una recuperación laboral flexible que les permita tanto el desarrollo profesional como personal.
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Sostiene que las mujeres, sobre todo las que ejercen la maternidad, requieren flexibilidad para poder cumplir sus compromisos laborales junto con sus responsabilidades personales.
“Con la reapertura de las escuelas, oficinas de trabajo y espacios públicos, el equilibrio entre trabajo y hogar se vuelve más importante en nuestro contexto”, puntualizó.
Por tanto, dice Adriana Velasco, la base de la estrategia de recuperación del empleo femenino es romper con los estereotipos de género en el hogar y el trabajo.
También flexibilizar los esquemas de trabajo a la par de visibilizar un amplio panorama de opciones para que opten por puestos que puedan garantizarles mejor calidad de vida y mayores oportunidades de desarrollo frente al desafío del crecimiento de la informalidad, dijo la ejecutiva.
De acuerdo al estudio “Lo que los trabajadores quieren”, de esta empresa global, para las mujeres, las oficinas físicas representan un medio que ayuda a separar el hogar del trabajo, mientras el teletrabajo no siempre representa la mejor forma de flexibilidad, ya que el home office podría acelerar la brecha de género al reducir más las oportunidades y aumentar la carga de trabajo entre actividades laborales y el hogar para las madres.
“Ofrecer a las empleadas y empleados el home office no es la única forma de permitir que las personas trabajen de manera flexible para que equilibren el trabajo y el hogar”, comentó.
Refirió que a un año de la pandemia, para marzo de 2021 la tasa de participación en la fuerza laboral femenina fue de 41.8%. Esto es, disminuyó 3.3% comparado con la tasa de marzo 200 que se reportó en 45.1% de acuerdo al INEGI.
Precisa Velasco Rangel que las mujeres están representadas en sectores más se afectados por la pandemia, como lo son servicios de alojamiento y alimentación, donde 59% de la fuerza laboral, son mujeres.
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También en administración y negocios, con 54%. En funciones administrativas de arte y entretenimiento, el 63% son mujeres.
Gran parte de ellas trabajan en la informalidad o son dueñas de pequeños negocios, también muy afectados por esta crisis.