De concretarse el proyecto para fortalecer los servicios de salud, tal y como lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre 78 mil y 80 mil trabajadores del ramo, a nivel nacional, podrán ser beneficiados con dos programas, desvinculados de la formalización y otro con regularización laboral.
Este personal ya se encuentra laborando en toda la infraestructura que tiene la Secretaría de Salud y que se ocupa en hospitales y centros de salud del país, por lo que es necesario continuar avanzando en su concreción.
Marco Antonio García, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, señaló que es una buena propuesta la que hizo el Jefe del Ejecutivo de formalizar el empleo en el sector y sobre todo el de motivar la contratación de base del personal que trabaja, en algunos casos, por contratos.
García Ayala indicó que con esos dos programas, se podrá beneficiar a trabajadores de la Secretaría de Salud principalmente de las entidades federativas, como son médicos, enfermeras, paramédicos, laboratoristas, químicos, personal de área sustantiva, de trabajo social, entre otros.
En entrevista con El Sol de México, detalló que, en algunos casos, el personal que labora en los servicios de salud en los estados “no están sujetos al tabulador de la rama médica, paramédica y grupos afín y tampoco cuentan con seguridad social con el ISSSTE”.
“Pero qué significan estos programa de regularización y de formalización. Es que lo que está en el tabulador y lo que gane un médico, enfermera, químico laboratorista o un paramédico, que actualmente no lo gana, tendrá que complementarse ese ingreso salarial y también asistirle con la seguridad social en el ISSSTE”, explicó.
Ante el incremento del presupuesto en la Secretaría de Salud federal donde recibirá 652 millones de pesos más, para hacer un total de 123 mil 209.4 millones de pesos, Marco Antonio García Ayala manifestó que existe “un compromiso del presidente López Obrador de continuar con un esquema de fortalecimiento a lo que es el sector salud y las instituciones del sector con un recurso adicional para que los estados, principalmente los estados con mayor rezago puedan solventar lo que hasta la fecha no lo han podido hacer”.
García Ayala enfatizó que los trabajadores que se verían beneficiados con estos programas rondan entre los 78 mil y 80 mil trabajadores a nivel nacional que estarían y que deberían estar sujetas a este proceso o un nuevo programa.
URGENTE MAYOR PERSONAL MÉDICO Y DE ENFERMERÍA
Ante la realidad que se vive en los servicios de salud, Luis Miguel Victoria Ranfla, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), mencionó que esta institución mantiene un déficit considerable en personal médico y de enfermería, ya que en la actualidad sólo son 17 mil médicos con los que se cuenta, por lo que se tiene un déficit de 40 mil médicos para cubrir todo el país.
Victoria Ranfla indicó que las necesidades apremiantes del ISSSTE es el personal de enfermería ya que se mantiene un déficit de 117 mil enfermeras, pero que al día de hoy sólo se cuenta con 25 mil 500 para atender a 13.2 millones de mexicanos.
En una charla con Organización Editorial Mexicana (OEM), el dirigente sindical indica que se deben de concretar “tiros de precisión”, ya que se debe orientar a las autoridades a saber qué personal o qué profesional médico debemos preparar, sobre todo en qué parte del país y qué necesitamos en esas partes del país.
SE REQUIERE DE DIAGNÓSTICO
Luis Miguel Victoria Ranfla subrayó que antes de pretender unificar los servicios de salud se debe de “poner al día a las instituciones de salud”, ya que en el ISSSTE se debe pensar en poner al día a las instituciones de salud.
Refirió que en el ISSSTE “debemos tener la posibilidad de atender bien a nuestros derechohabientes, ya que en algunos estados estamos rebasados en nuestra capacidad instalada. Tenemos un ISSSTE de contraste con unidades médicas que tiene entre 40 o 50 años de servicio, hospitales como el de Acapulco, Chilpancingo, Tapachula, Tampico, Torreón o Ciudad de México son hospitales que ya no aguantan una remodelación más, además de que se necesitan ampliar”.
“Si a esto le sumamos que ya hay equipo médico que ya dieron lo que tenían que dar y que tienen que cambiarse y además que no se tiene el instrumental quirúrgico, calderas, elevadores, lavadoras, secadoras y serie de equipos que tienen que renovarse comprarse y modernizarse para dar un buen servicio y los refuerzos en capital humano”, expresó.
Acotó que si se logra, primero, cubrir las necesidades del Instituto, posteriormente se podrá pensar en el paso de la universalización de los servicios de salud, ya que “de lo contrario nos podría suceder que ni atendemos a los derechohabientes, ni atendemos a la población abierta, porque si atendemos a la población abierta estaríamos más rebasados en nuestra capacidad instalada”.
Insistió en que se debe tener un diagnóstico preciso de lo que se tiene el sector salud. “Se debe saber cuántas camas censables hay, equipamiento servible o inservible, el personal, si los equipos solo funcionan en la mañana o pueden funcionar todo el día”. Indicó que el reto es grande, pero la propuesta es iniciar con un diagnóstico lo más apegado a la realidad.