Valeria Martínez no había cumplido ni dos años. Murió junto con su papá, Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, al tratar de cruzar el río Bravo, a un kilómetro del puente internacional de Matamoros. Tania Vanessa Ávalos, la mamá de la pequeña, describió la tragedia. La familia era originaria de El Salvador.
Habían llegado a esta ciudad para pedir asilo político en Estados Unidos. Sin embargo, ante la desesperación por la lentitud en los trámites decidieron junto con otros migrantes cruzar el río Bravo, según señaló Tania Vanessa. Ayer, fueron encontrados los cuerpos de su esposo y su hija.
Ellos son dos de los seis migrantes que murieron en las últimas horas ante el cerco de 25 mil 500 elementos de la Guardia Nacional desplegados en los principales accesos de internación al país, que los obliga a buscar nuevas rutas.
Otros cuatro, de origen guatemalteco, fallecieron por insolación y deshidratación también en la frontera norte.
La crispación por las nuevas acciones de control del gobierno mexicano ha aumentado. Desde el lado mexicano, un agente de la Border Patrol fue agredido con una roca, a través del cerco que divide a Mexicali y Calexico, y resultó con una lesión en la frente. En otro evento, en Los Algodones, seis hondureños fueron detenidos también por aventar piedras a agentes de la Patrulla Fronteriza.
En este contexto, el gobierno de México detalló que se han creado tres diques para parar la migración ilegal. Uno en la frontera con Guatemala, otro en el Istmo de Tehuantepec y otro más en la frontera con Estados Unidos. Para ello se han desplegado a 25 mil 500 elementos en el país.
El secretario de Defensa Nacional (Sedena), Cresencio Sandoval González, detalló la estrategia de contención en las tres principales rutas de internación, en la costa, centro y Golfo. Entre la frontera sur y el Istmo de Tehuantepec hay 10 mil 500 elementos de las Fuerzas Armadas destinados a esas tareas. Y otros 15 mil integrantes de la Guardia Nacional y el Ejército en la frontera norte del país.
En principio, el acuerdo con la Casa Blanca implicaba el despliegue de seis mil elementos en la frontera con Guatemala. Además, hay 19 embarcaciones para vigilar rutas marítimas y fluviales en el Golfo, el Caribe y el Pacífico.
El operativo comprende los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz.
Como parte de la nueva estrategia, en los albergues y puntos de acceso formales e informales a México, personal de la Secretaría de Salud estatal sometió a migrantes a tamizajes en donde identificó, entre las enfermedades, tuberculosis y síndrome de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Los migrantes fueron informados y atendidos. El titular de la dependencia en la entidad, José Manuel Cruz Castellanos, dijo que velan por la salud de la gente extranjera por medio de dos líneas: protección y prestación de servicios médicos para recuperación.
Además, la Cancillería mexicana será la responsable de manejar el Fondo de Infraestructura para países de Mesoamérica y el Caribe para otorgar apoyos financieros a programas, proyectos, equipamiento de instalaciones, albergues, desarrollo de sistemas de registro y control y seguimiento de flujos migratorios. ||Con información de EFE||