Entre lágrimas y sollozos, los familiares de la señora Reyna Dávila Martínez, de 43 años de edad y madre de tres hijos, relatan: “no sabemos nada de ella; la buscamos en hospitales y en la morgue y no hay nada; la última esperanza es que está viva’’.
Es otra historia, como muchas más, que tiene como tragedia el colegio Rébsamen, pero a diferencia de Frida Sofía, está si es una historia real con nombre y apellidos, con familiares que reclaman su presencia y exigen de la autoridad información.
-La queremos de vuelta en la casa porque todos la estamos buscando, sus hijos la están buscando, son tres. Vamos a esperar lo que tengamos que esperar. Queremos una respuesta de la autoridad, dice entre lágrimas y sollozos su sobrina Johana Dávila.
Con pancartas en mano que dicen: “ella trabajaba con mis Mónica’’, la directora del colegio Rébsamen, pero han transcurrido 72 horas sin noticias, sin rastro. “Ni siquiera saben cómo se llama; solamente la identifican como la empleada que trabajaba en la casa de la directora. No saben ni siquiera su nombre, se llama Reya Dávila Martínez’’, enfatiza para que no haya dudas de ninguna autoridad.
“Todos sus familiares están aquí desde las 13:30 horas del martes, el día del temblor; vivimos a 15 minutos de aquí y nadie nos da respuesta. Todos los familiares estamos difundiendo fotografías por si alguien tiene información, noticias, pero hasta ahorita la última esperanza es que está viva’’.
Hemos acudido a hospitales, con vecinas que también trabajaban en el colegio Rébsamen, pero algunos ya están en sus casas con sus familias, menos ella.
Y asegura, que además de su tía, “ahí, en los escombros debe haber más niños, son muy poquitos niños los que han informado, ¿a poco una escuela de ese tamaño es de cien niños? ¿No pueden ser tan poquitos? Falta un contador, hay más gente que laboraba ahí’’, relata.
“Han salido otros ¡y mi tía¡ ¿cuándo?’’, reclama con dolor.
“La autoridad no actúa, ¿porque tanto mencionar a Frida Sofía?, que ya le daban agua, aire y tres horas después hablaban de dos y tres niños juntos, y que pasó. Sacaron muchas versiones, ¿a qué están jugando, están mintiendo? Son muchos padres que siguen buscando a sus hijos, no pueden jugar con el dolor de las familias’’.
“Queremos una respuesta, si hay alguien vivo que lo hagan saber…’’, clama entre lágrimas.
El hermano de la señora Reyna, Juan Carlos Dávila, tiene esperanzas de que su familiar esté con vida bajo los escombros. “Siguen trabajando y hay esperanza’’.
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