“Mi objetivo es hacer de las cárceles femeninas lugares para aprender”, afirma Tatiana Ortiz Monasterio, creadora de la Fundación Plan B, quien busca empoderar a mujeres privadas de su libertad en el Estado de México.
La Fundación resalta que sus talleres y capacitaciones a mujeres preseas reduce la probabilidad de reincidencia delictiva.
El proyecto de esta organización es motivar, capacitar en diferentes oficios y emplear a estas mujeres, con el objetivo de que a través de su trabajo y la transmisión de conocimiento, proveen un sustento y un ejemplo para sus familias.
“Es primordial lograr una reinserción social exitosa enfocada en el desarrollo económico de estas mujeres y sus familias”, señaló Daniel Esquenazi, uno de los donantes de la Fundación B.
La oportunidad de autoemplearse y realizarse económicamente reduce la probabilidad de reincidencia delictiva, asegura el empresario, quien ayudó a la fundación de la organización a Tatiana Ortiz Monasterio.
La activista, quien es respaldada por empresarios, diputados de Morena y el gobierno del Estado de México, asegura que cada uno los talleres, cursos y capacitaciones enseñadas en los penales femeniles cuentan con el aval de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Todo lo que hagan, todo lo que aprendan y todos los cursos que tomen van tener sus diplomas”, añadió la comunicóloga egresada de la Universidad Iberoamericana.
Las mil 568 mujeres recluidas por el fuero común y las 144 por delitos federales en los centros penitenciarios del Estado de México estudian, reciben capacitación, así como ejercen alguna actividad ocupacional, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Donando un libro
Otro de los proyectos impulsados por la Fundación B es la creación de talleres y bibliotecas dentro de las instalaciones del penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez.
Esa sala de libros se creó como un programa piloto, pues la intención es replicar en otras entidades la República Mexicana.
La diputada de Morena, Sandra Paola González Castañeda, entregó 300 libros que fueron donados por los legisladores y personal de la Cámara de Diputados, como parte de la campaña “Dona un libro para una mujer en situación de cárcel”.
El objetivo de la campaña es que las mujeres que están en las cárceles del país y el Estado de México, tengan un vínculo con la sociedad a través de las letras, agregó la legisladora, quien hizo una visita a mediados del año con Ortiz Monasterios.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) detectó que existe una falta de espacios destinados para actividades recreativas y productivas en los centros de readaptación social, lo que impide que estas mujeres tengan acceso a actividades encaminadas a la reinserción social.