La economía mexicana tendrá este año una contracción de hasta 3.9% y, en el mejor de los casos, un crecimiento de apenas 0.1%, impactada por el coronavirus, pronosticó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que hace unas semanas calculaba una expansión de entre 1.5 y 2.5%.
En los Precriterios de política económica para 2021 que envió al Congreso, la dependencia a cargo de Arturo Herrera recortó a la mitad el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación, de 49 dólares que se calcularon en el presupuesto para este año a 24 dólares.
En el documento anticipa que, derivado de los efectos de la crisis sanitaria, los ingresos del sector público caigan 296 mil 961 millones de pesos.
Los ingresos totales serán de cinco billones 226.3 mil millones de pesos, lo que significa una reducción de 5.3% en relación con lo aprobado por el Congreso de la Unión el año pasado.
Sin embargo, reconoció que “las perspectivas macroeconómicas tienen un elevado nivel de incertidumbre ante la complejidad de la situación de la epidemia, lo que dificulta establecer un pronóstico puntual de crecimiento para la economía nacional”.
Para prevenir impactos mayores en la economía “se buscará mejorar la eficiencia recaudatoria y generar ahorros presupuestales, especialmente en el gasto corriente, para financiar los programas prioritarios del gobierno federal, así como para atender las eventualidades de emergencia de salud y económicas que se presenten como resultado del brote epidemiológico. Adicionalmente, se planea privilegiar como fuente de financiamiento el uso de activos financieros del sector público con la finalidad de minimizar el uso de un mayor endeudamiento”.
Para 2021, la Secretaría de Hacienda estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá entre 1.5 y 3.5 por ciento.
Ayer mismo, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) advirtió que la magnitud y duración de la recesión económica provocada por el brote y expansión del coronavirus aún son inciertas.
En un reporte que da cuenta de la sesión ordinaria del martes, el organismo presidido por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, advirtió que uno de los principales retos para el sistema financiero nacional es mantener el flujo de crédito que requieren las empresas, hogares y comercios; así como mantener condiciones de liquidez adecuadas y el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
“La rápida propagación del Covid-19 alrededor del mundo y el severo impacto sobre las perspectivas de crecimiento a nivel global y nacional, han aumentado los riesgos de una marcada desaceleración económica”, señaló el organismo.
Incluso calificó a la pandemia como mayor desafío para el sistema financiero global desde la crisis de 2008-2009.
También este miércoles la calificadora HR Ratings rebajó la calificación de Pemex y la mantuvo en perspectiva negativa, en línea con el ajuste a la nota de la deuda de México.
A finales de marzo, S&P Global recortó las calificaciones de la deuda soberana de México y de Pemex. Mientras que Fitch Ratings ya tiene la calificación de la petrolera en grado especulativo, y Moody’s, al borde de perder el grado de inversión.
Desde el viernes, el precio de cada barril que exporta Pemex es menor al costo de producirlo. Este miércoles, la mezcla mexicana cerró en 10.61 dólares, mientras que el costo promedio ponderado de producción de cada tonel es de 14.20 dólares.
El precio del miércoles fue similar al de los primeros días de marzo, pero de 1999.
“No nos conviene vender petróleo a 11 dólares por barril”, dijo esta semana el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
La encuesta de marzo entre analistas del sector privado que realiza el Banco de
México (Banxico) reveló un importante deterioro en las expectativas.
Ahora los especialistas anticipan una contracción del PIB de 3.99%, desde un pronóstico de crecimiento de 0.91% en febrero.
Con información de Juan Luis Ramos y Sarahi Uribe
Te recomendamos ▼