ACUÑA. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos “está asegurando transporte adicional para acelerar el ritmo y aumentar la capacidad de los vuelos de repatriación a Haití”, dijo Alejandro Mayorkas, titular de esta dependencia que ayer supervisó los trabajos de contención y detención de haitianos en la ciudad fronteriza de Del Río, Texas, vecina de Acuña, Coahuila.
Por su parte, los migrantes haitianos, que huyeron de su país por la inestabilidad política, la pobreza y los efectos devastadores de dos huracanes, piden a las autoridades, tanto estadounidenses como mexicanas, no devolverlos a su nación y otorgarles asilo humanitario.
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Mayorkas explicó que hay unos 600 agentes de la Patrulla Fronteriza y voluntarios del departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) ayudando en los esfuerzos de contención y reubicación de haitianos en Del Río a otros campos de detención.
“Esta administración está comprometida con el desarrollo de vías de migración seguras, ordenadas y humanas, pero ésta no es la forma de hacerlo”, indicó Mayorkas sobre el cruce masivo de migrantes.
Josué es uno de los haitianos detenidos la tarde de ayer por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), la Policía Estatal de Coahuila y elementos de la Guardia Nacional que iniciaron operativos en Acuña, ciudad que alberga entre 13 mil y 15 mil haitianos en la zona limítrofe con EU.
Él junto con su primo fueron detenidos ayer en Acuña cuando compraban comida corrida en un comercio de la localidad.
“¡Yo no tengo miedo! Estoy abriendo mis brazos suplicando que no nos lleven a mi país porque allá no tenemos nada. El 14 de agosto acaba de pasar un temblor. Muere nuestro presidente y el primer ministro no sirve para nada”, dijo el primo de Josué al ser asegurado por agentes mexicanos.
“Por qué nos están haciendo esto, yo tengo mi papel de Comar que me dieron allá en Chiapas. Yo solo quiero trabajar. Tengo seis profesiones. Soy mecánico y Josué también. Soy tabiquero, plomero, también sé hacer cerámica, sé soldar. Soy muy inteligente. Sólo quiero tener una vida mejor. Necesito sólo una oportunidad de trabajar y si me quieren probar aquí estoy”.
El primo de Josué no quiere revelar su identidad, pues dice que no claudicará en su deseo de llegar a los Estados Unidos. Y si hoy nos dice su nombre, no podrá hacer el trámite que cree le permitirá llegar al país de las barras y las estrellas.
“Nosotros no venimos aquí para robar, ni para ponernos al servicio de la delincuencia. Tenemos la desgracia de pertenecer a un país donde el gobierno no sirve para nada. Yo no tengo miedo, porque mi vida está en las manos de Dios y no de los hombres que están en la tierra. El mundo está por Dios”.
En su viaje de Tapachula, Chiapas, a Acuña, Coahuila, ha gastado mil 600 dólares. “Ese dinero no se lo robé a nadie, me lo dio mi familia con mucho sacrificio. Y si quiere que peleemos lo vamos hacer, moriremos como hombres, no como basura”.
Llorando señala que han sido víctimas de muchas personas sin escrúpulos que les han querido quitar desde el poco dinero que traen, hasta sus celulares. El primo de Josué salió hace seis años de su país. Llegó a Chile donde estuvo como ilegal tres años, pero gracias al trabajo en la construcción se hizo de ahorros para poder cumplir su sueño.
Se despidió diciendo: “No somos ladrones, todos los que estamos aquí somos gente decente. No es justo que nos tomen por detrás y nos lleven como delincuentes”.
Mayorkas explicó que el Gobierno del presidente Joe Biden está preocupado porque los haitianos que están llegando a EU "están recibiendo información falsa que señala que la frontera está abierta o que el Estatus de Protección Temporal (TPS, en sus siglas en inglés) está disponible".
Clarificó que el TPS lo recibirán “sólo los haitianos que vivían en Estados Unidos antes del 29 de julio” y recordó que pueden obtener ese amparo migratorio si cumplen con ciertos requisitos.
El secretario de Seguridad Nacional también insistió en que las personas y las familias que llegan ahora al linde sur “están sujetas a restricciones fronterizas, incluyendo la expulsión”.
Ayer llegó el primer vuelo de repatriados desde Del Río a Puerto Príncipe, la capital haitiana.
De acuerdo con The New York Times, funcionarios haitianos suplicaron al gobierno de Biden que deje de devolver a miles de personas a un país que se tambalea por varias crisis políticas y económicas.
Aseguraron que habilitarán el aeropuerto para dar alojamiento a los repatriados, sin embargo, no esperan que se queden pues ninguno quiere estar en el país debido a la falta de oportunidades.
En tanto, un nuevo grupo de haitianos que están varados en Reynosa, Tamaulipas. Comenzó su peregrinaje a Acuña con la intención de sumarse a los migrantes que ven en esa ciudad una puerta de entrada a Estados Unidos vía el asilo político. Con información de AFP, EFE y El Sol de Tampico