TAPACHULA. Casi 11 mil haitianos permanecen varados en la frontera sur a donde llegaron escapando de la pobreza, la violencia y la crisis política que atraviesa el país caribeño desde el terremoto que lo devastó en 2010.
Apenas la semana pasada, mil de ellos entraron por la frontera con Guatemala para solicitar a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) que les brinde asilo político, sin embargo, el proceso puede tardar meses o hasta tres años, y eso no garantiza que se les conceda.
“Haití tiene una crisis humanitaria y no cuenta con la capacidad para evitar que nuestros hermanos salgan de nuestro país y para revivir a todos los que México está deportando de regreso, esto, luego del acuerdo que hizo con Donald Trump”, acusó Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos (CCDNAM), organización que se ha dedicado a atenderlos y apoyar sus solicitudes.
De acuerdo con cifras de la Comar, durante el primer trimestre de 2021 se dispararon las solicitudes de asilo por parte de ciudadanos haitianos al registrar dos mil 459; es la quinta nacionalidad que más pide refugio en México. El primer lugar lo ocupan los hondureños.
Para el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México, Mark Manly, la situación que prevalece en la frontera sur es preocupante por el aumento en la llegada de haitianos a quienes apoya con albergue.
Manly dijo que este aumento en el número de solicitantes de asilo reafirma la tendencia de que México ya no es un país de tránsito, sino un destino para los ciudadanos de países menos favorecidos, lo cual genera presiones para las instancias de la administración pública que atienden a los refugiados.
La creciente tendencia obligó a la ACNUR a construir dos nuevos albergues para migrantes en el país, uno en Monterrey, para 80 personas, y otro para 100, en San Cristóbal de las Casas.
Apenas el pasado viernes, un grupo de al menos 60 extranjeros arribó a Ciudad Hidalgo y avanzaron en transporte público hasta la parada de El Manguito, donde el Instituto Nacional de Migración (INM) mantiene vigilancia.
Los haitianos se entregan a las autoridades mexicanas, quienes los remiten a la estación migratoria Siglo XXI donde la instancia regulatoria los atiende para que inicien su procedimiento de estadía temporal en México, con la firme intención de llegar a la frontera norte.
Wilner Metelus añadió que la situación de sus connacionales en Tapachula es muy complicada, pues viven en hacinamiento y apenas comen, ya que no pueden trabajar formalmente sin que la Comar o el INM acrediten su estancia legal en el país.
El presidente de la CCDNAM aseguró que no se debe permitir que los haitianos vivan en condiciones inhumanas, por ende, hizo un llamado al Gobierno de México, ya que es injusto para los miles de migrantes y solicitantes de refugio en este país. “Todos los haitianos que ya están en la ciudad vienen de América del Sur: Chile, Venezuela, Colombia y Ecuador a buscar algo mejor a este país para ayudar a sus familiares que se quedaron en Haití”, externó Wilner Metelus.
El activista señaló que hay miles de haitianos que llevan hasta tres años esperando a que la Comar les conceda la solicitud de refugio, pero aún no tienen respuesta de esa dependencia. Con información de Eduardo Torres