Indígenas, el grupo relegado en México

Las creencias religiosas, la manera de hablar y algunos aspectos relacionados con su apariencia (forma de vestir, tono de piel, peso o estatura), son características que motivan con mayor frecuencia situaciones de discriminación

Carlos Lara | El Sol de México

  · sábado 25 de julio de 2020

Foto: Cuartoscuro

“Los pueblos indígenas no merecemos caridad, sino que se nos reconozcan nuestros derechos”, sostiene José Patrocinio Hernández Gómez, chiapaneco de origen tzotzil, labrador de la tierra y que, a sus 32 años, afirma que la discriminación hacia los pueblos y las comunidades indígenas se da, históricamente, por el color de piel y la lengua, hecho que lleva a pensar: “es como si no formarás parte de este mundo”.

Ser indígena en México, refiere este joven que ha estado en la defensa de los derechos de su comunidad y en la exigencia de justicia por el caso Acteal, es complejo. “Lo que no se entiende es que nosotros somos una extensión de la tierra y que no la vemos como mercancía”.

La Coalición de las Organizaciones Indígenas se ha manifestado en el Zócalo para demandar ayuda /OMAR FLORES / Omar Flores | El Sol de México

“Ser indígena en México es difícil, se tiene que luchar contra todo pronóstico. Son dos cosas importantes: por el solo hecho de ser indígena, se es diferente por el color de piel y por los rasgos físicos, pues como si no formaras parte de este mundo, nos hacen sentir que no tenemos cabida, como si la tierra fuera exclusivamente de personas de tez blanca. Como indígenas, no tenemos las mismas oportunidades que cualquier ciudadano. Esa es la vida que enfrentamos.

“Además, la lengua es otro de los motivos de discriminación porque todo está en castellano. Para nosotros ser indígenas en México se muestra en el racismo y en el clasismo, en la mayoría de los casos nos catalogan como violentos. Nos discriminan en las ONG o en la iglesia, es por el hecho de tener color de piel diferente y ser diferentes”, relata.

UBICACIÓN

En el país, 25 millones de personas se reconocen como indígenas, y de ellos siete millones 382 mil son hablantes de una de las 68 lenguas indígenas que se hablan en México, y que junto con el español son consideradas idiomas oficiales.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) existe en México una persistencia de discriminación ética, misma que se refleja en el comportamiento de las personas del servicio público y en la cultura de la sociedad mexicana; a pesar de que las personas indígenas tienen los mismos derechos que las demás “no participan de los mismos beneficios del desarrollo económico y social, y en sus lugares de origen con frecuencia se refleja la insuficiencia de fondos o inversiones para el crecimiento económico, falta de recursos para servicios sociales y culturales y existencia de prioridades nacionales diferentes al desarrollo indígena”.

Desde el 2017, la CNDH registró un incremento notable en la presentación de quejas por violaciones a los derechos humanos de las personas, pueblos y comunidades indígenas relacionadas con instancias de salud, seguridad pública, educación y desarrollo social, por lo que se han emitido recomendaciones sobre el derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos y comunidades indígenas; al patrimonio cultural étnico y algunas recomendaciones generales y específicas relacionadas con la violencia obstétrica en el Sistema Nacional de Salud, así como con el derecho a la educación y la inadecuada atención médica.

Foto: El Sol de Durango

En este sentido, de acuerdo con los datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) del 2017, ofrecen detalles acerca de la discriminación a la población indígena de 12 años y más. Las creencias religiosas, la manera de hablar y algunos aspectos relacionados con la apariencia (forma de vestir, tono de piel, peso o estatura), son características que motivan con mayor frecuencia situaciones de discriminación que experimenta la población indígena.

Según el diagnóstico del Programa Especial de los Pueblos Indígenas 2014- 2018, la mayor concentración de población indígena se da en las regiones interiores del país, mismas que son de difícil acceso y se ubican en zonas desérticas, montañosas o selva. En dicho diagnóstico se identifican regiones indígenas como la Tarahumara, Huicot o Gran Nayar, la Maya, la Huasteca, la Montaña de Guerrero, la Lacandona, así como la Mixteca y Valles Centrales como las más notorias.

Además, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) detectó 25 regiones indígenas en 20 estados del país; sin embargo, en todas las entidades federativas se encuentra población indígena. Al mismo tiempo, de los 2,456 municipios existentes, 624 son de composición indígena y se concentran principalmente en los estados de Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz y Yucatán.

NECESIDADES

José Patrocinio relata que la mayor parte de las comunidades indígenas en México tienen carencias y rezagos. “Coneval establece que si se tiene una carencia es como si se estuviera al límite de convertirse en pobre y si tienes más de tres carencias se vive en la extrema pobreza, nosotros los pueblos y comunidades indígenas de México, no sólo tenemos tres carencias, no sólo los servicios básicos como luz y agua, sino carecemos de educación, acceso a la justicia, techo y alimentación”.

Sostiene que a pesar de que se anuncian los apoyos a los pueblos indígenas, estos no responden a la realidad y considera que son propaganda política porque “los apoyos que simulan para evitar la pobreza, son sólo políticas que buscan encubrir la corrupción porque el apoyo que entregan como una cubeta o una despensa no saca de la pobreza a la población, no se resuelve el problema de fondo, no podemos hablar de que hay un apoyo real a los pueblos indígenas. Si se entrega algún apoyo, no es para todos, sólo es para una muestra para justiciar un gasto y el trabajo, para encubrir la corrupción”.

Foto: Cuartoscuro

La ENADIS 2017 estima una población indígena (de 12 y más años) de 10 millones de personas, de las cuales 49.3 por ciento perciben que sus derechos son poco o nada respetados. La falta de empleo (20.9 por ciento), la falta de recursos económicos (16.1 por ciento), la falta de apoyo del gobierno en programas sociales (15.8%) y la discriminación por su apariencia o lengua (14.6 por ciento) son las principales problemáticas que enfrenta este grupo poblacional.

En 2017, 24 por ciento de la población indígena de 12 y más años (2.4 millones de personas) declaró haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos cinco años. El 29.2 por ciento de la población indígena de 12 y más años declaró al menos un incidente de negación de derechos en los últimos cinco años.

Los de mayor ocurrencia fueron la negación de atención médica o entrega de medicamentos con 51.2 por ciento; acceso a recibir apoyos de programas sociales, 37.8 por ciento; negación de atención o servicio en oficinas de gobierno con 29.4 por ciento, y la oportunidad de trabajar u obtener un ascenso con 15.9 por ciento.

La discriminación racial y étnica es un problema social de carácter estructural que adopta diversas formas: desde la negación de los principios básicos de igualdad de las personas, hasta la instigación del odio étnico, afectando de manera repetitiva y sistemática el acceso, ejercicio y goce de los derechos humanos de ciertos grupos de la población, vulnerando su dignidad, libertad, autonomía y autodeterminación.

DISCRIMINACIÓN

El indígena tzotzil asegura que es difícil y complicado cambiar la realidad de las comunidades indígenas de México, ya que los problemas de marginación y de pobreza son estructurales y se tiene un mismo eje: desigualdad social.

Acotó que para que se pueda cambiar la situación que viven los pueblos y las comunidades indígenas de México se tendría que incluir en la legislación la demanda indígena, por lo que se tienen que hacer reformas a las leyes nacionales y hacer una interpretación real de los tratados internacionales que ha suscrito México como el 169 de la OIT y la declaración de las ONU sobre derechos y comunidades indígenas.

“Mientras no se respete a las comunidades indígenas como son y como tal y no se nos considere sujetos a derechos, pues es difícil cambiar la situación”, explicó.

En lo particular, José Patrocinio Hernández Gómez comentó que en su vida ha estado marcado por discriminación. “Cuando estudié, no se juntaban conmigo. En la primaria en la secundaria no querían hacer trabajos en equipo conmigo sólo porque soy moreno e indígena no lo querían hacer. Decían que por ser indígena no podía aportar”.

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Recuerda que la discriminación se da en todos lados. “La sociedad nos discrimina, no nos dan el mismo trato. En ningún lado, esa es una realidad. Puedo decir lugares o circunstancias, pero en general nos discriminan en todos los lugares”.

Ante esto, aseveró que para los indígenas llegar, en materia educativa, a terminar la educación media superior, “es un logro y no todos lo hacen porque existen carencias, pero ya acceder a la educación superior es más complicado y difícil”.

Sobre el empleo, Patrocino dice: “Es muy difícil, solo porque se nos ve indígena se minimiza la capacidad para hacer algo. Como se sabe, a nosotros nos toca estar en el último escalón, muchos de los jóvenes indígenas para buscar trabajo van a las construcciones porque no hay otro lugar u espacios donde pueden ser tomados en cuenta, valorados y ser capaces. He vivido que se hacen las tareas, se hacen más que los demás y nos pagan menos por el hecho de ser indígena”.

¿Cuál es el mensaje que le mandas a la sociedad mexicana?

Pues pedimos que no se reproduzca la discriminación. Que se sumen las iniciativas y demandas justas ideales para tener una sociedad más equitativa, porque los pueblos indígenas no merecemos caridad, sino que se nos reconozcan nuestros derechos como cualquier ciudadano sin dejar de ser como somos. Es sorprendente que en el Siglo XXI sigue el racismo y el clasismo, el riesgo es que en la agenda nacional no tocan a los pueblos indígenas.