La pandemia de Covid-19 no es solo una crisis de salud, sino también una emergencia global de comunicación. Durante meses, hemos visto cómo han surgido informaciones falsas relativas a la enfermedad, a los tratamientos, a las formas de contagio, a los cubre bocas, a las vacunas. También hemos visto cómo en las plataformas digitales resurgen con gran fuerza peligrosos discursos racistas, xenófobos o de teorías de conspiración.
Esta información falsa tiene un serio impacto en la vida de todas las personas ya que cuando se difunde, el público pierde la confianza y con demasiada frecuencia toma decisiones que pueden poner en riesgo sus vidas o las de las demás personas.
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Además, en muchos países la desinformación que ha surgido en los canales digitales ha dificultado la respuesta de las autoridades de salud pública y ha provocado agitación o episodios de violencia, como los que vivimos en México cuando se multiplicaron las agresiones contra el personal médico y de enfermería.
La Organización Mundial de la Salud ha definido esta sobreabundancia de información falsa, maliciosa o medias verdades sobre la pandemia como infodemia. Estos contenidos se propagan principalmente a través de las redes sociales, como Twitter, Facebook, WhatsApp, Instagram y YouTube.
Se trata de esfuerzos alarmantes de explotar la crisis para crear sentimientos negativos o señalar a las minorías, lo que puede empeorar a medida que aumente el estrés en las sociedades y se agudicen los efectos económicos y sociales.
La amplificación de información e ideas inexactas o dañinas en las redes sociales exacerba algunos de los problemas más urgentes de nuestro tiempo. Fomenta el odio y permite regímenes opresores, tuerce las elecciones, distorsiona la comprensión de desafíos como el cambio climático y expone a los niños, niñas y personas más vulnerables a ideas peligrosas.
Ante este panorama y con la finalidad de no ceder nuestros espacios virtuales a quienes trafican con mentiras, miedo y odio, las Naciones Unidas han lanzado la iniciativa “Verified” (Verificado), una campaña liderada por el Departamento de Comunicación Global de la Organización.
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“Verified” busca contrapesar las percepciones equivocadas y brindar información precisa y confiable sobre el coronavirus y se centra en tres áreas: la ciencia, para salvar vidas; la solidaridad, para promover la cooperación local y global; y las soluciones, para movilizar el apoyo a las comunidades más afectadas.
En este sentido, el Secretario General de la ONU, António Guterres, recordó que “La desinformación se disemina en línea, en aplicaciones de mensajes y de persona a persona. Sus creadores utilizan métodos eficientes de producción y distribución. Para contrarrestarlos, científicos e instituciones como las Naciones Unidas precisan llegar a la gente con información certera y rigurosa en la que se pueda confiar”.
En alianza con las agencias y equipos de país de la ONU, líderes de opinión, empresas y organizaciones civiles y de medios de comunicación, como la Organización Editorial Mexicana (OEM), la iniciativa distribuye información precisa y, además trabaja con las plataformas de redes sociales para contrastar el odio y las aseveraciones dañinas sobre el COVID-19 que han proliferado en esos medios.
No podemos abordar con éxito la pandemia sin abordar también la desinformación en línea. Todos y cada uno de nosotros podemos ayudar a romper la cadena de desinformación, reflexionando antes de compartir cualquier información.
Como parte de la iniciativa “Verified”, la ONU le pide a cada uno #HazUnaPausa. Antes de compartir cualquier información, hay que reflexionar: ¿Lo que estoy compartiendo, es verdad? ¿Es creíble? ¿Viene de fuente confiable? ¿O es desinformación?
#HazUnaPausa es la primera campaña global de cambio de comportamiento sobre desinformación para movilizar a personas expertas e investigadores, gobiernos, personas influyentes, la sociedad civil, empresas y medios de comunicación en un solo mensaje.
La campaña, que se basa en una investigación que indica que una breve pausa disminuye significativamente la inclinación a compartir material impactante o emotivo y, por lo tanto, ralentiza la difusión de información errónea, tiene como objetivo aumentar la alfabetización mediática para permitir que los usuarios de las redes sociales detecten la información errónea y eviten compartirla.
Debemos recordar que hay dos fuentes principales de las informaciones falsas que circulan en los medios y las redes sociales: las personas que hacen afirmaciones que no son verdaderas por ignorancia o falta de conocimiento; y las campañas bien orquestadas que distribuyen de forma maliciosa y mal intencionada, mensajes que son, evidentemente, falsos.
Eso es algo que nos preocupa profundamente porque vuelve mucho más complicado el combate a la pandemia y si no tomamos las medidas necesarias va a volver aún más complicada la vacunación masiva de la población, cuando las vacunas estén disponibles.
Lo que se esperaría en el contexto de una pandemia, de una enfermedad emergente que ha afectado a toda la humanidad, es una unidad de propósito, que todas las personas tengan gestos, actitudes y actividades encaminadas a unir esfuerzos por el bien común. Manejar una pandemia requiere de unidad, de propósito, de unidad de acción.
Los medios de comunicación profesionales y de calidad tienen un papel clave en combatir la infodemia de fake news y ayudar la sociedad a enfrentar la pandemia del virus.