Según datos publicados por el Centro de Información de Acceso a Registros Transaccionales (TRAC por sus siglas en inglés), el cual depende de la Universidad de Syracuse, los juicios migratorios pendientes para acceder al asilo en Estados Unidos ya superan el millón, cifra sin precedentes dentro de la historia reciente de ese país.
El rezago se debe, principalmente, porque los trámites migratorios que tardaban unos meses en resolverse ahora se han extendido hasta dos años debido a la incapacidad de las cortes migratorias para atender el alto volumen de casos que tienen pendientes.
El promedio de espera de estos juicios migratorios es de 727 días, según datos del TRAC, eso a pesar de que en la actual administración federal de EU aumentó en más de 200 el número de jueces migratorios a cargo de esos juicios.
En total son 1 millón 7 mil 155 los casos pendientes en espera de resolución, de los cuales 176 mil 657 pertenecen a personas de nacionalidad mexicana, según TRAC.
“Al parecer no hay parte alguna en el sistema migratorio que sea inmune a los retrasos que amenazan con hacer que el sistema colapse”, advirtió el abogado migratoria Ignacio Pinto-León.
En entrevista con El Sol de México el legista señaló una tendencia generalizada en las cortes migratorias, donde la crisis humanitaria y la llegada de miles de solicitantes de asilo han hecho que casos cotidianos en dichos tribunales, como otorgar la ciudadanía a esposas extranjeras de ciudadanos estadounidenses se cancelen o se posterguen.
En los hechos, cuando un ciudadano de Estados Unidos pide traer de forma permanente al país a su esposo/a originaria del extranjero, se debe de cumplir con un proceso consular que también ha extendido su tiempo de espera y resolución, debido a los recursos y procedimientos que exigen las leyes del país norteamericano para autorizar su ingreso.
“La petición debe de hacerse con la
forma I-130, que se procesa en el centro de servicio regional (del USCIS), y básicamente consta de 3 cosas: que el peticionario se identifique como ciudadano estadounidense, que la esposa extranjera tenga una prueba de identidad, y que ambos individuos estén legalmente casados”, explicó Pinto-León.
Sin embargo, aseguró que este proceso consular también se ha visto afectado por el alto número de casos pendientes en las cortes migratorias que han saturado los sistemas.
“La magia de la burocracia ha hecho que el proceso de petición de un cónyuge pueda tomar hasta 16 meses, cuando antes se resolvía en dos”, señaló el experto en base a datos publicados en el sitio web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración estadounidense (USCIS, conocido por sus siglas en inglés).
“Los casos se están reprogramando incluso en el último momento, los Consulados no pueden procesar a las esposas mexicanas en un tiempo adecuado, muy a pesar incluso de que los solicitantes de cónyuges caen en la categoría de Parientes Inmediatos”, afirmó.