Julissa dio a luz a su hija el pasado 26 de octubre, ese mismo día personal del Hospital General Dr. Agustín O’Horán retuvo a la recién nacida, porque aseguran que podría sufrir violencia por parte de su madre, pero ella acusa que se la quitaron por su condición de ser lesbiana.

“Una trabajadora social le realizó una entrevista para determinar su nivel socioeconómico, ella decidió que Julissa no es apta para ejercer la crianza de la pequeña, por lo que tomaron la decisión de retener a su pequeña, violando el derecho de la recién nacida a la identidad, por haberle negado la entrega del certificado de nacimiento a su madre”, así lo denunció la Red de Madres Lesbianas en México.

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La organización civil condenó la discriminación y la arbitrariedad que han ejercido las autoridades contra Julissa y su familia, la cual –acusan– se debe a su condición de mujer lesbiana con recursos limitados.

Asimismo, rechazaron las declaraciones del DIF Yucatán, en las que manifiestan haber resguardado a los menores debido a una situación de maltrato que vivían, sin que esto esté plenamente comprobado.

A través de un comunicado, la colectiva Red de Madres Lesbianas en México, exigió la reintegración de la recién nacida y de su hijo, que también fue retenido por la autoridades, a Julissa para que ésta ejerza la guarda y custodia como corresponde.

Además, dijeron que es necesario que se implementen medidas de reparación y no repetición, incluyendo la urgente capacitación y sensibilización en materia de no discriminación a las instancias relacionadas con este caso.

También, solicitaron una una disculpa pública para Julissa y su familia, así como la aplicación de medidas de reparación del daño por parte del gobierno de Yucatán.

Otra medida que están solicitando es la destitución de Teresita de Jesús Anguas Zapata, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Yucatán (PRODENNAY), que tomó la decisión de separar a esta familia lesbomaternal.

¿Cómo fue que retuvieron a los hijos de Julissa?

La activista Ana De Alejandro relató en un video que subió a su cuenta de TikTok, que una trabajadora social de dicho hospital se acercó con Julissa para realizarle un estudio socioeconómico, con la intención de saber cuánto podría aportar como cuota de servicios por la atención médica del parto.

Sin embargo, la activista señala que este cuestionario que realizó una trabajadora social del hospital a Julissa, sirvió para conocer su condición con respecto a su apariencia y a su preferencia sexual, “ahí fue donde la comenzó a cuestionar ¿qué si tenía pareja? ¿Qué para que quería una lesbiana tener hijos?”, señala.

“La trabajadora social le dijo al personal médico que tenía motivos para creer que necesitaban hacerle un antidoping (a Julissa). Y después de esto, le retuvieron a la niña, ni siquiera le entregaron una cartita de nacimiento que demuestre que Julissa es madre de esta niña”, asegura Ana.

A Julissa le dijeron que para entregarle a su hija necesitaría una constancia laboral y una carta de no antecedentes penales, por lo que tuvo que regresar a su trabajo como albañil, con la herida grave que tuvo después de que le realizaran una episiotomía.

Una vez que obtuvo los papeles que les solicitaron, acudió al DIF de Yucatán donde trasladaron a su hija. Cuando llegó, no solo obtuvo una negativa para poder llevarse a su niña, sino que también retuvieron a su primer hijo que tiene seis años de edad.

Julissa sufrió violencia, discriminación y retuvieron a sus hijos por ser lesbiana

“Al llegar con su hijo, al DIF, le dijeron a Julissa que a su hijito le tenían que hacer unos exámenes psicológicos para demostrar que ella no es violenta y puede educar a su niño y su niña. Pasaron al niño a un cuarto con una psicóloga que le hizo una entrevista y desde entonces ella no volvió a ver a su hijo”, indica Ana.

El caso está tomando fuerza e redes sociales, porque Julissa asegura que desde que tuvo contacto con la trabajadora social fue discriminada por ser lesbiana, además de haber sufrido violencia obstétrica durante el parto de su niña.

Cerca de 50 vecinos han firmado una carta donde aseguran que es una madre que se esfuerza por su hijo y que en ningún momento ha visto que ejerza violencia hacia él.

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