El choque de intereses entre las agencias estadounidenses en territorio mexicano, es quizá uno de los episodios menos conocidos en la historia de la seguridad nacional del país.
Un vistazo al pleito entre la DEA y la CIA en México, a raíz del caso de la tortura y muerte del agente antinarcóticos Enrique Camarena Salazar en febrero de 1985 en Guadalajara, estaba programado para difundirse el pasado viernes 15 de mayo con el estreno en Amazon de la serie documental “The Last Narc” (El último narco).
En los resúmenes del documental se decía que se demostraba el papel de la CIA detrás de la muerte de Camarena, ya que según los ex agentes de la DEA se debió a que “descubrió” su intervención en el tráfico de cocaína por México usando a la organización de capos sinaloenses asentados en Guadalajara encabezados por Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.
Y lo más grave, que por esa vía traficaban armas a México para enviarlas a la guerrilla de la Contra en territorio nicaragüense. Este dato quedó oculto en el juicio contra el coronel Oliver North por el caso Irán -Contras, pero desde entonces se volvió un elemento clave para desentrañar la maraña de intereses detrás del auge y caída de la primera gran red de tráfico de drogas asentada en la capital jalisciense y el juego geopolítico de las agencias norteamericanas en el país. Se publicó por primera vez en el libro “Los señores del narco” de la periodista Anabel Hernández; y quedó mejor documentado por el reportero J. Jesús Esquivel en su libro “La CIA, Camarena y Caro Quintero”.
El estreno de “The Last Narc” estaba programado para aprovechar el interés que ha generado en el público series como “Narcos”, donde se abordan de manera fragmentaria algunos episodios reales del narco en México, mezclados con otros ficticios, sobre los que se desarrolla la trama de la creación de las primeras organizaciones de traficantes, sus jefes, y el papel de los políticos, policías y militares mexicanos como parte del origen de la corrupción y violencia que se desbordaría años después.
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¿Presiones de la CIA?
El mismo viernes 15 de mayo en el sitio de noticias MEA World Wide, el ex agente de la DEA Héctor Berrellez declaró que la suspensión de la exhibición del documental se debió a presiones de la CIA.
El cerebro detrás de la “Operación Leyenda”, cuyo objetivo fue llevar ante la justicia estadounidense a todos los involucrados en la muerte de “Kiki” Camarena, dijo que la CIA presionó a Amazon para retirarlo por razones de seguridad nacional. La serie habría sido cancelada a manera de encubrimiento ya que no quieren que se sepa la verdad, declaró a este sitio web.
En octubre del 2013 Phil Jordan, quien fue director del Centro de Inteligencia de la DEA en El Paso, Texas, acusó al legendario agente de la CIA Félix Ismael Rodríguez, conocido también como José Rodríguez, de haber estado detrás de los interrogatorios y torturas de Kiki Camarena en aquella casa de seguridad del narco en Guadalajara.
Jordan aseguró que Rodríguez, de origen cubano vuelto celebridad por encabezar la operación de la CIA que dio muerte el Che Guevara en Bolivia, había sido visto en ese lugar por varios policías que estaban al servicio del narco y que después se volvieron informantes. Uno de ellos era Guillermo González Calderoni, quien era compadre de Félix Gallardo y fue quien lo entregó a las autoridades. Calderoni fue ejecutado años después en el estacionamiento de un centro comercial en el sur de Texas.
En aquellas fechas Rodríguez desmintió a Jordan sobre su presencia en Guadalajara durante los interrogatorios a Camarena. Dijo que por esas fechas de 1985 se encontraba en Florida, donde recibió a nicaragüenses y argentinos, en labores muy distintas ya que su misión era otra ajena a territorio mexicano.
En “The Last Narc” los testimonios volvían sobre esta línea que ampliaban a otros actores. El documental es un trabajo realizado durante 14 años por un equipo encabezado por Tiller Russell, un destacado cineasta conocido por su trabajo de investigación en temas de tráfico de drogas, agencias de inteligencia y operaciones clandestinas como lo demostró en su documental “Operación Odessa”.
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Socio de García Luna
La mira del equipo de la DEA que trabajó con Kiki Camarena se posó de tiempo atrás en Félix Rodríguez, quien estuvo en diferentes momentos de su carrera en la CIA en México. Antes del caso Camarena ya era cercano a George Bush padre, cuando éste fue jefe de la agencia en los años setenta.
Su papel por la muerte del Che en Bolivia hizo que pasara a segundo término el desastroso papel que jugó en la fallida invasión de Bahia de Cochinos en los años sesenta en Cuba. Fue enviado al sudeste asiático y de allá recaló en Sudamérica en los años del “Plan Cóndor”, una estrategia militar contra los movimientos de izquierda en esta región.
Existen versiones en el ejército mexicano que Rodríguez estuvo detrás de una serie de anónimos que circularon en 1976 en México, al finalizar el sexenio de Luis Echeverría, donde se llamaba a un golpe de estado. El presidente mexicano que se había confrontado con los empresarios, que encabezaba el movimiento del llamado “Tercer Mundo”, que buscaba dirigir la ONU, no era del agrado de la administración estadounidense pese a que en otro tiempo había sido informante de la CIA en la operación “Litempo”.
Rodríguez estuvo en México como jefe de la CIA años después. Fue sacado de emergencia del país en el año 2001, días después de los ataques del 11 de septiembre, para ser nombrado jefe de contraterrorismo.
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Sus vínculos con México no se perdieron ya que por aquel tiempo trabó buena amistad con un ingeniero civil que despuntó desde esos años en su carrera en los servicios de inteligencia. Quien iba a pensar que años después ese amigo suyo de nombre Genaro García Luna seria detenido en Estados Unidos acusado de proteger al cartel de Sinaloa.
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