La presa El Elefante, una de las fuentes de agua más importantes para consumo humano y agrícola en el sur de Estados Unidos y norte de México, se encuentra a ocho por ciento de su capacidad debido a la sequía, por lo que nuestro país podría dejar de recibir este año 74 millones de metros cúbicos de agua, de acuerdo con reportes de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA).
Las proyecciones de la CILA muestran que la presa podría descender a sólo uno por ciento de su capacidad después de que concluya la temporada del Distrito de Irrigación a finales de este mes, lo que haría casi imposible cumplir con la entrega del líquido que es utilizado principalmente para el campo y consumo humano en la región del Valle de Juárez, Chihuahua.
“Representa un problema para los millones de personas que viven en Colorado, Nuevo México, Texas y México que se ven afectadas por los acuerdos interestatales e internacionales para compartir el agua que se desarrollaron en condiciones más húmedas en las décadas de 1920 y 1930”, afirma el informe.
Sería el segundo año que México no recibe lo estipulado en el Tratado de Agua de 1944 entre ambas naciones, ya que a pesar de que el acuerdo señala que Estados Unidos deberá entregar cada temporada de riego a nuestro país 74 millones de metros cúbicos de agua de la presa El Elefante, hay una cláusula que dice que en los casos de “sequía extraordinaria” se puede reducir el volumen. Esto pasó el año pasado, cuando México recibió sólo 62 millones de metros cúbicos.
El actual nivel de la presa, la cual fue construida entre 1910 y 1912, ya alcanza los registros de la peor sequía desde la década de 1950 por tres causas principales: sequía severa, clima seco y falta de entregas normales al embalse desde Nuevo México. Incluso, el monitor de sequía de Estados Unidos muestra que más de 60 por ciento de Nuevo México está experimentando una sequía severa.
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“Tenemos una larga historia de sequías cíclicas en Nuevo México y en el Oeste de Texas. Y lo que estamos experimentando ahora es sin duda una prolongada sequía que ya abarca casi una década”, destaca CILA.
Explica que las temperaturas más cálidas hacen que el suelo se seque, lo que absorbe más agua y evita que se desplace corriente abajo. El cambio climático también significa menos nevadas para reponer el líquido.
En abril pasado, la Oficina de Recuperación de Estados Unidos y la Junta de Desarrollo del Agua de Texas, ya habían advertido que la presa El Elefante sólo contenía aproximadamente 11 por ciento de su capacidad, estimada en dos mil 500 millones de metros cúbicos.
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La situación podría provocar temporadas de riego más cortas, afectando principalmente a los agricultores de ambos lados de la frontera.
Del lado mexicano, según el más reciente reporte de la Comisión Nacional del Agua, en Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, sur de Coahuila, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Colima y sur de Michoacán siguen padeciendo de escasez de humedad, agravándose la sequía, mientras que, en Quintana Roo y Campeche, las precipitaciones se han mantenido por debajo del promedio.