Si bien salimos de una sequía severa que viene de dos años atrás y las tormentas tropicales trajeron lluvias a gran parte del territorio nacional, aún no podemos cantar victoria de que ya se superó la deficiencia de agua.
El sistema de presas del noroeste y del norte hoy en día se encuentra en 40-45% de su capacidad de almacenamiento promedio, dijo a El Sol de México el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.
En conferencia de prensa a distancia, donde informó de los avances el primer semestre de este año del programa Producción para el Bienestar, que apoya a dos millones de pequeños agricultores de maíz, frijol, arroz, café, caña de azúcar, cacao y miel de abeja en todo el país, sobre todo en el sur-sureste, comentó además:
“Salimos de una situación de sequía severa que en algunas regiones viene de dos años anteriores, como Chihuahua, Zacatecas, Durango, Nuevo León. Han sido años muy difíciles de sequía y en algunos otros Estados la sequía se estableció a principios de este año”.
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“Sin embargo, algunas tormentas tropicales trajeron lluvias a gran parte del territorio nacional y se empezaron a llenar las presas; pero aún no podemos decir que estamos en una condición de superación del riesgo de sequía”.
Optimista, comentó a pregunta expresa de El Sol de México: “Esperamos la presencia de otros ciclones y tormentas tropicales, tanto en el Golfo como en el Pacífico, que permitan la normalización del temporal de lluvias y, a la vez, que las presas se llenen”.
Hoy en día se encuentran en 40-45% de su capacidad de almacenamiento promedio en el Sistema de presas del Noroeste y del Norte, pero esto aún no es suficiente para cantar victoria de que ya se superó la deficiencia de agua, subrayó.
Comentó el subsecretario Suárez: “ El problema lo vamos a tener si es que no se llenan las presas para el próximo ciclo de siembras de otoño-invierno. Por lo pronto, estamos en el ciclo de siembras primavera-verano, que se desarrolla con normalidad en la mayor parte del país”.
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Reconoció que “en tanto, sí tuvimos que importar maíz y frijol, básicamente. Hemos sido deficitarios porque en los últimos 35-40 años se abandonó al campo mexicano y se apostó por las importaciones”.
Revertir la dependencia alimentaria
El objetivo, apuntó, es revertir esa política de dependencia alimentaria y apoyar la producción de alimentos, sobre todo básicos.
Sin embargo, buena parte del territorio, el 65-70% de la agricultura depende del temporal de lluvias, y ahí tenemos un problema de incertidumbre climatológica, que afecta los niveles de producción, dijo.
Comentó que esperan que la normalidad de las lluvias permita mantener la producción de los últimos tres años y estabilizar gradualmente las necesidades de la importación, para en los siguientes años incrementar la productividad con asistencia técnica, apoyos directos del programa Producción para el Bienestar, acceso al financiamiento y precios de garantía de Segalmex, lo que permitiría reducir gradualmente la cantidad de importaciones.
Afirmó: “La decisión presidencial es asegurar la disponibilidad de alimentos e impedir que se incrementen los precios de los mismos a los consumidores, principalmente los de bajos ingresos."
En cuanto a la proyección de producción que estableció el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), comentó que “se ajusta al alza en razón de esta disponibilidad de agua; pero no podemos definir si está garantizada esa producción. Sí esperamos la sequía o canícula de agosto y la reanudación de lluvias a finales de agosto-septiembre para el llenado de grano en la producción y tener al final de cuentas la cosecha esperada”.
Insistió: “La situación ha cambiado para bien y esperamos que los pronósticos de SIAP se mantengan al alza”.
Resaltó que dentro de la estrategia de acompañamiento a los agricultores, el objetivo central es el mejoramiento de las condiciones del suelo.
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En los modelos tradicionales de agricultura, los suelos han sido degradados en su materia orgánica, en su microbiología y compactados a lo largo de muchos años por el paso de tractores y de prácticas inadecuadas, lo que hace que aun en condiciones de disponibilidad de agua, ésta no se filtra en los suelos, sino que hace que se genere pérdida de humedad en los cultivos e impulse procesos erosivos.