/ sábado 25 de septiembre de 2021

Las 27 recomendaciones de Manuel Mejido para los periodistas

Este es el legado de Manuel Mejido a las nuevas generaciones de periodistas

Los colegas de Manuel Mejido lo consideran como el mejor reportero de su generación y quizá de muchas otras. Prueba de ello son sus entrevistas a personajes históricos que nos lo comparte en su última columna titulada "Adiós" para Organización Editorial Mexicana (OEM), su casa editorial por 25 años.

"A Pablo Picasso le llamé maestro, a Jean Paul Sartre le invité un café, a Gabriel García Márquez le conté el golpe de Estado en Chile, Augusto Pinochet puso precio a mi cabeza, a Dwight D. Eisenhower le compré una guayabera, a Nikita Jrushov le escribí 136 telegramas, a Elizabeth Taylor la vi triste y al Papa Negro le cobré un favor".

➡️ Esta es la última columna de Manuel Mejido en su carrera periodística

Ese era Manuel Mejido, el reportero que viajó por todo el mundo con su máquina al hombro y quien el pasado viernes 17 de septiembre falleció en la Ciudad de México a los 89 años.

"A Pablo Picasso le llamé maestro", decía Mejido. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Las 27 recomendaciones

"La vida me la gané escribiendo, y así es como hoy me despido de ella. Me voy, porque debo entrevistar a Dios", escribió Mejido en su última entrega periodística.

Y como legado a las nuevas generaciones dejó estas 27 recomendaciones que -expresó- "me sirvieron para ejercer el periodismo".

1) El periodismo es vocación para ser y ética para ejercer.

2) Se debe criticar, nunca difamar.

3) Se tiene que denunciar, no calumniar.

4) El periodismo agresivo no es agresión personal.

5) Periodismo independiente no significa oposición, ni de facción.

6) Periodismo combativo, sí; destructivo, no.

7) Periodismo que convenza, no que intimide.

8) Es preferible perder una gran noticia que publicar una falsedad.

9) Periodismo de interés, no sensacionalista.

10) Un periodismo que no oculte noticias, pero que tampoco las invente.

11) Sin oficialismo, sí; sectarismo, no.

12) El único compromiso de un periodista debe ser con sus lectores.

13) Ser objetivo no significa deshumanizar la información.

14) El buen juicio es el mejor aliado de la objetividad.

15) El ocultamiento de noticias no es periodismo, es traición.

16) Los intereses del periodista deben ser los de la sociedad a la que está obligado a servir.

17) Un periodista no debe abrazar causas impopulares.

18) Un periodista debe escribir con base en los hechos y no en su conveniencia.

19) Un periodista no debe ser anti de nada ni de nadie.

20) El periodista debe manejar realidades, no suposiciones.

21) No debe ser vocero de intereses oficiales.

22) No debe pretender ser dueño de la verdad, ni manejar verdades a medias.

23) Concreto, no abstracto.

24) Imaginativa, sí; pero sin alterar los hechos.

25) El único ismo que puede permitirse un periodista es de periodismo.

26) Se debe informar, no alarmar ni escandalizar.

27) Para ser buen periodista se tiene que ser, primero, un buen ser humano.

El mejor reportero de su generación

Sobre la importancia de Mejido en el periodismo mexicano, Rafael Cardona afirmó que su obra “México amargo” “podría y -debería- ser el texto constante y perdurable de enseñanza del reportaje en cualquier escuela de periodismo, no solo de este país”.

Mientras José Martínez M., otro de sus compañeros y amigos, señaló que alguna vez Mejido le explicó: “Existen libros que enseñan cómo escribir una entrada para una nota o un reportaje. Hay que poner qué, cómo, cuándo dónde y por qué, pero ninguno explica cómo hacer periodismo”.

En el periodismo sólo hay una cosa: Hacer reportajes

Mejido, relató Martínez, refería que “con las nuevas tecnologías, los jóvenes reporteros se dedican a copiar datos que no siempre son ciertos, y lo peor: que no transmiten nada".

Así tenemos notas que no provocan sentimientos de alegría, tristeza, dolor o llevan al asombro

"Pueden existir nuevas cada vez mejores aplicaciones tecnológicas que puede usar el periodismo, pero si no hay reportero para investigar y transmitir lo que pasa, nada sirven los adelantos”, le expresó.

Carlos Denegri, maestro y amigo de Manuel Mejido. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

"Reportero sin suerte, sólo llega a portero"

“Como reportero, nunca creí en la suerte, sino en el trabajo, la dedicación, perseverancia y la imaginación para obtener las noticias o salir airoso en guerras y conflictos armados. Sin embargo, insisto que reportero sin suerte, sólo llega a portero”, expresó cuando participó en el World News Day.

➡️ Manuel Mejido: La noticia, arma y escudo

“A lo largo de mi carrera de casi 65 años de actividad, más los que me falten, puede decirse que fui un hombre de suerte a la inversa, porque mientras un golpe de Estado, una guerra o un atentado contra el común de las personas es una situación catastrófica, de desgracia, de mala suerte, en esos acontecimientos encontré mis mejores noticias y reportajes que durante muchos años fueron característicos de mi estilo”, expresó.

Mejido con Pablo Neruda. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Manuel Mejido, nacido en Tierra Blanca, Veracruz, el 8 de diciembre de 1932, hizo carrera en el periodismo mexicano desde los años 60 del siglo pasado y en la siguiente década reportero estrella del diario Excélsior, para el que cubrió acontecimientos como el Golpe de Estado a Salvador Allende y cuyas anécdotas reunió en más de una decena de libros como “México Amargo” y “Con la máquina al hombro”.

Se inició como cronista taurino en el semanario dominical Claridades (1954-1956), donde fungió como jefe de información. Colaboró en Ruedo de México y en Revista de Revistas, donde fue jefe de información (1960-1963). Trabajó en la revista francesa Paris-Match. Realizó numerosos reportajes sobre el país y fue corresponsal de guerra de Excélsior en Argelia, Vietnam, el Medio Oriente y reseñó el Golpe de Estado de Augusto Pinochet, en Chile. Fue subdirector de El Universal y de El Universal Gráfico, donde publicó sus columnas Alto Poder y Universo Político. Participó en programas de televisión como “Charlas de Café” y “De cara al público”.

Entrevistando al primer ministro israelí David Ben-Gurión. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Desde 1996 hospedó su columna Alto Poder en las páginas de El Sol de México que se publica en todos los diarios de la Organización Editorial Mexicana.

Manuel Mejido ganó en 18 ocasiones el Premio Nacional de Periodismo y fue considerado por la revista Time como uno de los mejores periodistas de México en su edición especial del año 2000.

Los colegas de Manuel Mejido lo consideran como el mejor reportero de su generación y quizá de muchas otras. Prueba de ello son sus entrevistas a personajes históricos que nos lo comparte en su última columna titulada "Adiós" para Organización Editorial Mexicana (OEM), su casa editorial por 25 años.

"A Pablo Picasso le llamé maestro, a Jean Paul Sartre le invité un café, a Gabriel García Márquez le conté el golpe de Estado en Chile, Augusto Pinochet puso precio a mi cabeza, a Dwight D. Eisenhower le compré una guayabera, a Nikita Jrushov le escribí 136 telegramas, a Elizabeth Taylor la vi triste y al Papa Negro le cobré un favor".

➡️ Esta es la última columna de Manuel Mejido en su carrera periodística

Ese era Manuel Mejido, el reportero que viajó por todo el mundo con su máquina al hombro y quien el pasado viernes 17 de septiembre falleció en la Ciudad de México a los 89 años.

"A Pablo Picasso le llamé maestro", decía Mejido. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Las 27 recomendaciones

"La vida me la gané escribiendo, y así es como hoy me despido de ella. Me voy, porque debo entrevistar a Dios", escribió Mejido en su última entrega periodística.

Y como legado a las nuevas generaciones dejó estas 27 recomendaciones que -expresó- "me sirvieron para ejercer el periodismo".

1) El periodismo es vocación para ser y ética para ejercer.

2) Se debe criticar, nunca difamar.

3) Se tiene que denunciar, no calumniar.

4) El periodismo agresivo no es agresión personal.

5) Periodismo independiente no significa oposición, ni de facción.

6) Periodismo combativo, sí; destructivo, no.

7) Periodismo que convenza, no que intimide.

8) Es preferible perder una gran noticia que publicar una falsedad.

9) Periodismo de interés, no sensacionalista.

10) Un periodismo que no oculte noticias, pero que tampoco las invente.

11) Sin oficialismo, sí; sectarismo, no.

12) El único compromiso de un periodista debe ser con sus lectores.

13) Ser objetivo no significa deshumanizar la información.

14) El buen juicio es el mejor aliado de la objetividad.

15) El ocultamiento de noticias no es periodismo, es traición.

16) Los intereses del periodista deben ser los de la sociedad a la que está obligado a servir.

17) Un periodista no debe abrazar causas impopulares.

18) Un periodista debe escribir con base en los hechos y no en su conveniencia.

19) Un periodista no debe ser anti de nada ni de nadie.

20) El periodista debe manejar realidades, no suposiciones.

21) No debe ser vocero de intereses oficiales.

22) No debe pretender ser dueño de la verdad, ni manejar verdades a medias.

23) Concreto, no abstracto.

24) Imaginativa, sí; pero sin alterar los hechos.

25) El único ismo que puede permitirse un periodista es de periodismo.

26) Se debe informar, no alarmar ni escandalizar.

27) Para ser buen periodista se tiene que ser, primero, un buen ser humano.

El mejor reportero de su generación

Sobre la importancia de Mejido en el periodismo mexicano, Rafael Cardona afirmó que su obra “México amargo” “podría y -debería- ser el texto constante y perdurable de enseñanza del reportaje en cualquier escuela de periodismo, no solo de este país”.

Mientras José Martínez M., otro de sus compañeros y amigos, señaló que alguna vez Mejido le explicó: “Existen libros que enseñan cómo escribir una entrada para una nota o un reportaje. Hay que poner qué, cómo, cuándo dónde y por qué, pero ninguno explica cómo hacer periodismo”.

En el periodismo sólo hay una cosa: Hacer reportajes

Mejido, relató Martínez, refería que “con las nuevas tecnologías, los jóvenes reporteros se dedican a copiar datos que no siempre son ciertos, y lo peor: que no transmiten nada".

Así tenemos notas que no provocan sentimientos de alegría, tristeza, dolor o llevan al asombro

"Pueden existir nuevas cada vez mejores aplicaciones tecnológicas que puede usar el periodismo, pero si no hay reportero para investigar y transmitir lo que pasa, nada sirven los adelantos”, le expresó.

Carlos Denegri, maestro y amigo de Manuel Mejido. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

"Reportero sin suerte, sólo llega a portero"

“Como reportero, nunca creí en la suerte, sino en el trabajo, la dedicación, perseverancia y la imaginación para obtener las noticias o salir airoso en guerras y conflictos armados. Sin embargo, insisto que reportero sin suerte, sólo llega a portero”, expresó cuando participó en el World News Day.

➡️ Manuel Mejido: La noticia, arma y escudo

“A lo largo de mi carrera de casi 65 años de actividad, más los que me falten, puede decirse que fui un hombre de suerte a la inversa, porque mientras un golpe de Estado, una guerra o un atentado contra el común de las personas es una situación catastrófica, de desgracia, de mala suerte, en esos acontecimientos encontré mis mejores noticias y reportajes que durante muchos años fueron característicos de mi estilo”, expresó.

Mejido con Pablo Neruda. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Manuel Mejido, nacido en Tierra Blanca, Veracruz, el 8 de diciembre de 1932, hizo carrera en el periodismo mexicano desde los años 60 del siglo pasado y en la siguiente década reportero estrella del diario Excélsior, para el que cubrió acontecimientos como el Golpe de Estado a Salvador Allende y cuyas anécdotas reunió en más de una decena de libros como “México Amargo” y “Con la máquina al hombro”.

Se inició como cronista taurino en el semanario dominical Claridades (1954-1956), donde fungió como jefe de información. Colaboró en Ruedo de México y en Revista de Revistas, donde fue jefe de información (1960-1963). Trabajó en la revista francesa Paris-Match. Realizó numerosos reportajes sobre el país y fue corresponsal de guerra de Excélsior en Argelia, Vietnam, el Medio Oriente y reseñó el Golpe de Estado de Augusto Pinochet, en Chile. Fue subdirector de El Universal y de El Universal Gráfico, donde publicó sus columnas Alto Poder y Universo Político. Participó en programas de televisión como “Charlas de Café” y “De cara al público”.

Entrevistando al primer ministro israelí David Ben-Gurión. Foto: Archivo privado de Manuel Mejido

Desde 1996 hospedó su columna Alto Poder en las páginas de El Sol de México que se publica en todos los diarios de la Organización Editorial Mexicana.

Manuel Mejido ganó en 18 ocasiones el Premio Nacional de Periodismo y fue considerado por la revista Time como uno de los mejores periodistas de México en su edición especial del año 2000.

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