En los últimos 10 años, 10 mil niños nacieron dentro de las prisiones mexicanas, pero no hay protección legal para ellos. Son niños invisibles ante la sociedad. Después de los tres años sacan a los infantes de las cárceles y los entregan al DIF sí no hay algún familiar que los reclame, acusó Rashel Cohen Lan, fundadora y presidenta de la Fundación Rebeca Lan.
“Siete de cada 10 mujeres de las más de cinco mil que están en prisión en Ciudad de México, Baja California y Estado de México, tienen un hijo. En el Sistema Penitenciario hay más o menos 450 niños, pero no en todas las cárceles hay menores con sus progenitoras”, dijo la activista en entrevista para El Sol de México.
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Cohen Lan señaló que, además de que no hay condiciones para que los menores sean atendidos en las cárceles, una la ley sólo permite que las mujeres que tuvieron a sus hijos estando en reclusión sólo los pueden conservar hasta los tres años de edad y si no hay un familiar que los reclame son puestos bajo cuidado del DIF, por lo que muchas madres pierden contacto con ellos.
“Mandan a los niños al DIF y muchas mujeres no saben en dónde están sus hijos. Es una situación muy difícil, tanto para la madre como para los hijos. Una mamá tiene derecho a saber en dónde están sus hijos”, dijo.
Con la publicación de la Ley Nacional de Ejecución Penal en el año 2016, se redujo la edad en que los menores podían estar con sus madres recluidas de seis a tres años. En 2019 el grupo parlamentario del PRD presentó una iniciativa para ampliar la edad a seis años, pero el tema permanece sin ser discutido en el Congreso.
“Hubo una organización que trabajó para que esto sucediera y lamentablemente pasó y la verdad que es muy triste, porque los niños no alcanzan a conocer a sus madres cuando son arrancados a los tres años. Yo que trabajo directamente con las mujeres, veo que hay madres responsables, que son entregadas, capaces, claro que también existen mamás que no lo son y por las menos perdieron todas”, señaló la activista.
La Fundación Rebeca Lan abrió una casa-hogar en Tijuana para que estos menores mantengan contacto con sus madres y ellas sepan en dónde están sus hijos, además, trabajan con mujeres encarceladas en Baja California, Estado de México y en la capital del país para garantizar el desarrollo de sus hijos y la reinserción social de ellas.
“Trabajamos con las mujeres que están privadas de la libertad y con sus hijos. Nos enfocamos en cuatro pilares que son la educación a través de bibliotecas; en la sanación emocional, esto es ayudarlas a sanar su dolor a través de distintos talleres, conferencias. Se trabaja con los hijos dentro y fuera de prisión y se les ayuda a reinsertarse a la sociedad y a conseguirles empleo cuando salen de la reclusión”, dijo.
La fundación, señaló Rashel Cohen, ha generado 45 mil impactos en la vida de estas mujeres, entre ellos, los reencuentros familiares porque hay niños que tienen ocho o 10 años que no han visto a sus madres.
Sobre la condición en la que los menores viven en las cárceles con sus madres, la activista dijo que sólo en algunos casos hay Centros de Desarrollo Infantil (Cendi), pero sólo los atienden hasta los tres años, además de que no hay clases escolarizadas de jardín de niños.
“Depende del penal. Los hay en dónde cuentan con un Cendi donde pueden ir a pasar ciertas horas del día. Van a aprender, a jugar. El primer proyecto con el que arrancamos en la Fundación fue la creación del Cendi en Santa Martha Acatitla”, dijo.
Aclaró también que en los casos de menores que dejan bajo resguardo del DIF después de cumplir tres años, muchos quedan abandonados y sus madres no pueden rastrealros o reclamarlos
“Hay niños que los llevan al DIF y quedan abandonados. Se los lleva el DIF y los acomoda en casas-hogar sí no hay una abuelita o un familiar que reclame al niño, acaban en una casa hogar”.
Agregó que las mujeres que están recluidas también tienen derechos, por lo que ya se trabaja en una iniciativa de ley que dé a las reclusas el derecho a saber en dónde están sus hijos.
Rashel Cohen Lan señaló que hay madres que sí saben dónde están sus hijos, pero es una situación muy angustiante para ellas, por lo que la fundación les brinda atención para que puedan reinsertarse en la sociedad.
“Salen para atender a sus hijos y sí no salen bien emocionalmente, no pueden atenderlos bien. Aquí juega un papel importante la reinserción social, porque realmente se requiere que las mujeres puedan tener un proceso, una manera de evolucionar, aprender, crecer emocionalmente y llegar al punto de empoderarse para que el día en que ellas regresen a casa, sean mejores madres, mejores ciudadanas”.
Para finalizar, la presidenta de la Fundación, Rebeca Lan advirtió que en los tres estados en los que brinda sus servicios, hay poco más de cinco mil mujeres recluidas.
“En Baja California hay aproximadamente unas 950 mujeres. En Ciudad de México, más o menos, mil 800, y en el Estado de México son dos mil 447 las mujeres recluidas”.
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Señaló que los delitos más frecuentes son robo, traslado de drogas y los homicidios, los cuales son causados, dijo, por la misma violencia intrafamiliar que viven las mujeres.
“Hay muchas formas de crear conciencia y de poder evitar cometer delitos y entrar a prisión. Necesitamos sensibilizar a la sociedad y a la mujer, porque siempre va a perder más que el hombre. La mujer es abandonada y el hombre sí tiene visita de la madre, de la tía, de la hija. La mujer siempre va a ser doblemente rechazada, juzgada”, advirtió.