Los grabados de artes y ciencias, así como el conocimiento de 12 idiomas como el griego bíblico y los sinogramas, de los kanji que se utilizan en el japonés, han sido algunas de las pasiones del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, sobre quien están puestas las miradas por la ponencia que ha presentado para determinar el futuro de algunas de las víctimas de la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora
Heredero de una familia de abogados destacados como lo fueron su tío abuelo, el constitucionalista Raúl Carrancá y Rivas, sus abuelos un internacionalista y otro especialista en el derecho civil, así como su papá que llegó a ser un juez destacado, el ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está en posibilidad de sentar un precedente en contra de las instituciones del Estado mexicano, por la violación a los derechos humanos en que incurrieron el 5 de junio de 2009.
Pero ¿quién es el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá? En una entrevista concedida en agosto de 2017 se define como un abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Nació en la Ciudad de México el 19 de agosto de 1949. Es licenciado y doctor en Derecho por la UNAM (con mención honorífica). Cuenta además con Especialidad en Finanzas Públicas, maestría en Relaciones Internacionales por la Escuela Fletcher de Derecho y maestría en Derecho Civil por la Universidad de Barcelona, así como diversos cursos en la Universidad de Uppsala, la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, el Centro de Estudios de Justicia de las Américas, el Instituto de Especialización Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hace el recuento la propia corte al presentar su currículo.
Su primer trabajo lo obtuvo en la entonces Secretaría de Obras Públicas, que después fue de Asentamientos Humanos y en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En otro momento se sumó a las actividades de la Secretaría de Relaciones Exteriores y luego en el área de Programación y Presupuesto en el sexenio del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Él es un hombre de mirada suave y trato amable. Sus cercanos lo definen como inteligente. Revela que le gusta la lectura, la cultura, la filosofía, la historia, la literatura y los idiomas. En su casa, el hombre de barba y pelo cano gusta de leer en su biblioteca de vestiduras de madera algún texto en alemán, catalán, francés, inglés, italiano, japonés, kanji, ruso, portugués, latín o griego o griego bíblico.
Con más de 30 años de trayectoria en el Poder Judicial en la Ciudad de México se le reconoce su labor en el derecho civil y familiar, el impulso a los divorcios exprés y la defensa de los derechos de los universitarios.
¿Podrá cambiar y mejorar la justicia en México? Es una pregunta que se ha planteado el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá en diversos momentos en su trayectoria, la más reciente en su comparecencia ante el Senado de la República, el pasado 20 de diciembre de 2018, cuando fue electo para el cargo por los próximos 15 años, en segunda ronda con 114 votos.
Ha sido profesor titular de la UNAM, la Universidad Iberoamericana, el CIDE, el ITAM. Es investigador honorario del Instituto de Investigaciones Jurídicas y autor de numerosos libros y textos especializados.
Fue integrante del Grupo Redactor de la Constitución de la Ciudad de México. Defensor adjunto de los Derechos Universitarios y director de la Escuela de Derecho de la Universidad Anáhuac, así como director de Investigación del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Desde 1992, fungió como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y del año 2000 al 2003 fue presidente de ese órgano colegiado en donde coincidió con el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
A partir del año 2004 desempeñó como magistrado de la Cuarta Sala Familiar del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Su intervención en una disputa familiar por la pensión a dos niños, hijos de un exministro amigo suyo, en donde se les otorgó sólo la mitad de lo originalmente planteado ha sido el único caso que lo puso en controversia por su actuación.
Ha recibido diversas distinciones, entre las que destacan el premio "René Cassin" de Derechos Humanos, del Comité de la Tribuna Israelita A.C., y el Mérito Académico, otorgado por la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México.